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Lucas 5:4-27 in Spanish

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Lucas 5:4-27 in La Biblia en Español Sencillo

4 Y cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: Sal a aguas profundas, y baja tus redes para pescar.
5 Y Simón, respondiendo, dijo: Maestro, estuvimos trabajando toda la noche y no pescamos nada; mas en tu palabra echaré las redes.
6 Y cuando lo hicieron, obtuvieron una cantidad tan grande de peces que parecía que sus redes se romperían;
7 E hicieron señales a sus amigos en el otro bote para que vinieran en su ayuda. Y vinieron, y los dos barcos estaban tan llenos que se hundían.
8 Pero viendo esto Simón, descendió a las rodillas de Jesús, y dijo: Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador.
9 Porque estaba maravillado, y todos los que estaban con él, por la cantidad de peces que habían tomado;
10 Y así fueron Jacobo y Juan, los hijos de Zebedeo, que estaban trabajando con Simón. Y Jesús le dijo a Simón: No temas; de ahora en adelante serás un pescador de hombres.
11 Cuando llegaron a tierra con sus botes, abandonaron todo y fueron tras él.
12 Y sucedió que estando él en una de las ciudades, allí había un leproso; y cuando vio a Jesús, postró su rostro en oración hacia él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
13 Y extendiendo su mano lo tocó, dijo: Quiero; sé limpio Y de inmediato su enfermedad se fue de él.
14 Y le dio órdenes: No digas nada a nadie, sino ve que el sacerdote te vea y has ofrenda de purificación para que seas limpiado, como dice la ley de Moisés, y para que les testifiques.
15 Pero las noticias suyas salieron cada vez más, en todas direcciones, y gran cantidad de personas se unieron para escuchar sus palabras y para sanar de sus enfermedades.
16 Pero él se fue solo a un lugar desolado para orar.
17 Y sucedió que en uno de esos días que estaba enseñando; y estaban sentados allí algunos fariseos y maestros de la ley, que habían venido de todas las ciudades de Galilea y Judea y de Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él, para sanar.
18 Y algunos hombres tenían con ellos, en una cama, a un hombre que estaba enfermo, sin poder moverse; e intentaron meterlo y ponerlo ante Jesús.
19 Y debido a la gran cantidad de gente, no había forma de meterlo; así que subieron a la parte superior de la casa y lo dejaron caer por el techo, en su cama, en el medio frente a Jesús.
20 Y al ver su fe, dijo: Hombre, tus pecados son perdonados.
21 Y los escribas y los fariseos discutían diciendo: ¿Quién es éste, que habla blasfemias? ¿Quién puede dar el perdón de los pecados, sino sólo Dios?
22 Pero Jesús, que tenía conocimiento de sus pensamientos, les dijo: ¿Por qué razonan en sus corazones?
23 ¿Cuál es más simple: decir: tus pecados son perdonados; o decir, levántate y vete?
24 Pero para que sepan que en la tierra el Hijo del Hombre tiene autoridad para el perdón de los pecados, (le dijo al hombre que estaba enfermo), yo te digo: Levántate, toma tu cama y vete a tu casa.
25 Y enseguida se levantó delante de ellos, y tomando su cama, se fue a su casa alabando a Dios.
26 Y asombrados todos, dieron gloria a Dios; y estaban llenos de temor, diciendo: Hoy hemos visto maravillas.
27 Y después de estas cosas salió, y vio a Leví, un publicano, sentado en el lugar donde se hacían los impuestos, y le dijo: Sígueme.
Lucas 5 in La Biblia en Español Sencillo

San Lucas 5:4-27 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

4 Y como cesó de hablar, dijo á Simón: Tira á alta mar, y echad vuestras redes para pescar.
5 Y respondiendo Simón, le dijo: Maestro, habiendo trabajado toda la noche, nada hemos tomado; mas en tu palabra echaré la red.
6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran multitud de pescado, que su red se rompía.
7 E hicieron señas á los compañeros que estaban en el otro barco, que viniesen á ayudarles; y vinieron, y llenaron ambos barcos, de tal manera que se anegaban.
8 Lo cual viendo Simón Pedro, se derribó de rodillas á Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.
9 Porque temor le había rodeado, y á todos los que estaban con él, de la presa de los peces que habían tomado;
10 Y asimismo á Jacobo y á Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo á Simón: No temas: desde ahora pescarás hombres.
11 Y como llegaron á tierra los barcos, dejándolo todo, le siguieron.
12 Y aconteció que estando en una ciudad, he aquí un hombre lleno de lepra, el cual viendo á Jesús, postrándose sobre el rostro, le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
13 Entonces, extendiendo la mano, le tocó diciendo: Quiero: sé limpio. Y luego la lepra se fué de él.
14 Y él le mandó que no lo dijese á nadie: Mas ve, díjole, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mandó Moisés, para testimonio á ellos.
15 Empero tanto más se extendía su fama: y se juntaban muchas gentes á oir y ser sanadas de sus enfermedades.
16 Mas él se apartaba á los desiertos, y oraba.
17 Y aconteció un día, que él estaba enseñando, y los Fariseos y doctores de la ley estaban sentados, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalem: y la virtud del Señor estaba allí para sanarlos.
18 Y he aquí unos hombres, que traían sobre un lecho un hombre que estaba paralítico; y buscaban meterle, y ponerle delante de él.
19 Y no hallando por donde meterle á causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho en medio, delante de Jesús;
20 El cual, viendo la fe de ellos, le dice: Hombre, tus pecados te son perdonados.
21 Entonces los escribas y los Fariseos comenzaron á pensar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?
22 Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué pensáis en vuestros corazones?
23 ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, ó decir: Levántate y anda?
24 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice al paralítico): A ti digo, levántate, toma tu lecho, y vete á tu casa.
25 Y luego, levantándose en presencia de ellos, y tomando aquel en que estaba echado, se fué á su casa, glorificando á Dios.
26 Y tomó espanto á todos, y glorificaban á Dios; y fueron llenos de temor, diciendo: Hemos visto maravillas hoy.
27 Y después de estas cosas salió, y vió á un publicano llamado Leví, sentado al banco de los públicos tributos, y le dijo: Sígueme.
San Lucas 5 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Lucas 5:4-27 in Versión Biblia Libre

4 Después que terminó de hablar, le dijo a Simón: “Vayamos mar adentro, y lancen sus redes para pescar.”
5 “Señor, trabajamos arduamente toda la noche y no atrapamos nada. Pero si tú lo dices, lanzaré las redes,” respondió Pedro.
6 Habiendo hecho esto, un enorme banco de peces llenó las redes al punto que se rompían.
7 Ellos hicieron señas a los compañeros que estaban en el otro bote, pidiéndoles que vinieran a ayudar. Entonces los otros pescadores vinieron y juntos llenaron ambos botes con peces. Y los botes estaban tan llenos que comenzaban a hundirse.
8 Cuando Simón Pedro vio lo que había ocurrido, se postró de rodillas ante Jesús. “¡Señor, por favor, aléjate mí, porque soy un hombre pecador!” exclamó.
9 Porque él y todos los que lo acompañaban estaban totalmente sorprendidos por la pesca que habían hecho.
10 Santiago y Juan, quienes eran hijos de Zebedeo y compañeros de Simón, sentían lo mismo. “No tengas miedo,” le dijo Jesús a Simón. “¡Desde ahora pescarás personas!”
11 Entonces arrastraron los botes hasta la orilla, dejaron todo y siguieron a Jesús.
12 En cierta ocasión, cuando Jesús estaba visitando una de las aldeas, conoció allí a un hombre que tenía una lepra muy severa. El hombre se postró sobre su rostro al suelo y le suplicó a Jesús: “Por favor, Señor, si quieres puedes limpiarme.”
13 Entonces Jesús se aproximó a él y lo tocó. “Quiero,” le dijo. “¡Queda limpio!” Y de inmediato la lepra desapareció.
14 “No se lo cuentes a nadie,” le indicó Jesús. “Ve y preséntate tú ante el sacerdote y lleva la ofrenda ceremonial conforme a la ley de Moisés como prueba de que has sido sanado.”
15 Sin embargo, la noticia acerca de Jesús se esparcía cada vez más. Grandes multitudes venían para escuchar a Jesús y para que los sanara de sus enfermedades.
16 Pero Jesús a menudo solía retirarse a lugares tranquilos para orar.
17 Un día, mientras Jesús enseñaba, los Fariseos y los maestros religiosos que habían venido de Galilea, en Judea, y de Jerusalén, estaban allí sentados. Y el poder sanador del Señor estaba con él y por eso podía sanar.
18 Llegaron unos hombres que traían a un hombre paralítico en una camilla. Trataron de entrar y ponerlo frente a Jesús.
19 Pero no pudieron encontrar la forma de entrar en medio de tanta gente, de modo que subieron al techo e hicieron allí un hueco en el tejado. Luego bajaron al hombre en su camilla, justo en medio de la multitud que estaba frente a Jesús.
20 Cuando Jesús vio la confianza que ellos tenían en él, dijo al hombre paralítico: “Tus pecados están perdonados.”
21 Los maestros religiosos y los Fariseos comenzaron a discutir este hecho. “¿Quién es este que dice blasfemias?” preguntaron. “¿Quién puede perdonar pecados? ¡Solo Dios puede hacerlo!”
22 Jesús sabía la razón por la que ellos estaban discutiendo, así que les preguntó: “¿Por qué están cuestionando este hecho?
23 ¿Qué es más fácil? ¿Decir “tus pecados están perdonados, o decir “levántate y camina”?
24 Pero yo les demostraré que el Hijo del hombre tiene la autoridad para perdonar pecados aquí en la tierra.” Entonces le dijo al hombre paralítico: “Yo te digo: Levántate, recoge tu camilla y vete a casa.”
25 De inmediato el hombre se puso en pie frente a ellos. Recogió la camilla donde había estado acostado, y se fue a casa, alabando a Dios por el camino.
26 Y todos estaban completamente asombrados e impresionados por lo que había ocurrido, y alababan a Dios diciendo: “¡Lo que vimos hoy fue increíble!”
27 Más tarde, cuando Jesús ya se marchaba de la aldea, vio a un recaudador de impuestos llamado Leví, sentado en su cabina de cobros de impuestos. “Sígueme,” le dijo Jesús.
Lucas 5 in Versión Biblia Libre