38 Y perecerán entre naciones extrañas, y la tierra de sus enemigos será su destrucción.
39 Y aquellos de ustedes que aún viven, serán consumidos en sus pecados en la tierra de sus enemigos; también en los pecados de sus padres se irán consumiendo.
40 Y si confesaren por sus pecados y por los pecados de sus padres, de las infidelidades con las que fueron infieles; cuando sus corazones fueron contra mí;
41 Yo también he andado contra ellos en hostilidad y los envié a la tierra de sus enemigos; entonces, o si se humillara su corazón incircunciso y reconocen su pecado,
42 Entonces tendré en cuenta el acuerdo que hice con Jacob, con Isaac y con Abraham, y tendré en cuenta la tierra.
43 Y la tierra, mientras ella está sin ustedes, disfrutará de sus días de reposo mientras ustedes no la habiten; y sufrirán el castigo de sus pecados, porque fueron rechazados de mis decisiones y en sus almas despreciaban mis leyes.
44 Pero por todo eso, cuando estén en la tierra de sus enemigos, no los dejaré, ni los destruiré; mi pacto con ellos no se romperá, porque yo soy el Señor su Dios.
45 Y a causa de ellos, recordaré el acuerdo que hice con sus padres, a quienes saqué de la tierra de Egipto ante los ojos de las naciones, para ser su Dios: Yo soy el Señor.
46 Estas son las reglas, decisiones y leyes que el Señor hizo entre él y los hijos de Israel en el Monte Sinaí, por la mano de Moisés.