9 Entonces, que el fuerte cuerno sea sonado a lo largo y ancho en el décimo día del séptimo mes; en el día de quitar el pecado, que suene el cuerno por toda tu tierra.
10 Y sea santo este año cincuenta, y diga públicamente que todos en la tierra están libres de deudas: es el Jubileo, y cada hombre puede volver a su herencia y a su familia.
11 Sea este quincuagésimo año el Jubileo: no se puede sembrar ninguna semilla, y lo que viene al crecimiento de sí mismo no puede ser cortado, y las uvas no pueden ser extraídas de las vides sin cuidado.
12 Porque es el jubileo, y es santo para ustedes; su comida será lo que produzca el campo.
13 En este año de Jubileo, que cada hombre regrese a su herencia.
14 Y en el negocio del comercio de compra venta de bienes, no se engañen entre sí.
15 Dejen que su intercambio de bienes con sus vecinos tenga relación con el número de años posteriores al año de Jubileo, y el número de veces que la tierra le ha dado producto.
16 Si el número de años es grande, el precio aumentará, y si el número de años es pequeño, el precio será menor, ya que es el producto de un cierto número de años que el hombre le está dando.
17 Y no se engañen los unos a los otros, sino que el temor de nuestro Dios esté delante de ustedes; porque yo soy el Señor tu Dios.
18 Así que guarda mis reglas y mis decisiones y Hazlas, y estarás a salvo en tu tierra.
19 Y la tierra dará su fruto, y tendrás alimento en toda su extensión y estarás a salvo en la tierra.
20 Y si dices: ¿De dónde vendrá nuestra comida en el séptimo año, cuando no podamos sembrar, o aumentar?
21 Entonces, te enviaré mi bendición en el sexto año, y la tierra dará suficiente fruto por tres años.