11 Y el sacerdote que lo está limpiando, pondrá al hombre que se está limpiando, junto con estas cosas, delante de la puerta de la tienda de la reunión.
12 Y el sacerdote debe tomar uno de los corderos y dárselo como ofrenda por el mal, y el tronco de aceite, meciéndolos como una ofrenda mecida ante el Señor;
13 Y él va a matar al cordero en el lugar donde matan a la ofrenda por el pecado y al holocausto, en el lugar santo; porque como la ofrenda por el pecado es propiedad del sacerdote, así como la ofrenda por el mal; es santísima.