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Juan 8:10-56 in Spanish

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Juan 8:10-56 in La Biblia en Español Sencillo

10 Entonces Jesús, levantándose, y viendo a nadie más que a la mujer, le dijo: ¿Dónde están los hombres que dijeron cosas en tu contra? ¿Nadien te ha condenado?
11 Y ella dijo: Ningún hombre, Señor. Y Jesús dijo: Yo tampoco te condeno; vete, y no peques más.
12 Entonces, otra vez Jesús les dijo: Yo soy la luz del mundo; el que viene conmigo no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.
13 Entonces los fariseos le dijeron: El testimonio que das es acerca de ti: tu testimonio no es verdadero.
14 Jesús dijo en respuesta: Aunque doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde vengo y hacia dónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengo ni adónde voy.
15 Estás juzgando por lo que ven; No estoy juzgando a ningún hombre.
16 Incluso si estoy juzgando, mi decisión es correcta, porque no estoy solo; conmigo está el Padre que me envió.
17 Incluso en tu ley se dice que el testimonio de dos hombres es verdadero.
18 Doy testimonio acerca de mí mismo y el Padre que me envió da testimonio sobre mí.
19 Entonces ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Jesús dijo en respuesta: No tienen conocimiento de mí ni de mi Padre: si me conocieran, también a mi Padre conocerían.
20 Jesús dijo estas palabras en el lugar donde estaban guardadas las ofrendas, mientras enseñaba en el Templo; pero nadie lo arrestó porque su tiempo aún estaba por venir.
21 Entonces él les dijo otra vez: Me voy y ustedes me estarán buscando, pero la muerte los alcanzará en sus pecados. No es posible que vengan a donde voy.
22 Entonces los judíos dijeron: ¿Se quitará la vida? ¿Es por eso que dice: Donde voy, no es posible que vengan?
23 Y él les dijo: Ustedes son de la tierra; Yo soy del cielo: ustedes son de este mundo; Yo no soy de este mundo.
24 Por esta razón les dije que la muerte les alcanzará en sus pecados; porque si no tienen fe en que yo soy él, la muerte vendrá a ustedes mientras que estén en pecado.
25 Entonces ellos le dijeron: ¿Quién eres tú? Jesús dijo: Lo que les dije desde el principio.
26 Tengo mucho que decir acerca de ustedes y juzgar acerca de ustedes; pero el que me envió es verdadero, y lo que me ha dicho lo digo al mundo.
27 Ellos no entendieron que hablaba del Padre.
28 Entonces Jesús dijo: Cuando el Hijo del hombre haya sido levantado por ustedes, entonces les será claro quién soy, y que no hago nada por mí mismo, sino que digo exactamente lo que el Padre me ha enseñado.
29 El que me envió, conmigo está; él no se ha ido de mí, porque siempre hago las cosas que le agradan.
30 Cuando dijo esto, un número llegó a tener fe en él.
31 Entonces Jesús dijo a los judíos que tenían fe en él: Si guardan mi palabra, entonces ustedes son verdaderamente mis discípulos;
32 Y conocerán la verdad, y eso los hará libres.
33 Ellos le respondieron: Somos descendientes de Abraham, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Por qué dices: serán libres ?
34 Y esta fue la respuesta que Jesús les dio: En verdad les digo que todo el que hace el mal es esclavo del pecado.
35 Ahora el esclavo no sigue viviendo en la casa para siempre, pero el hijo sí.
36 Si luego el hijo los hace libres, serán verdaderamente libres.
37 Soy consciente de que son la simiente de Abraham; pero tienen el deseo de matarme porque mi palabra no tiene lugar en ustedes.
38 Digo las cosas que he visto en la casa de mi Padre; y ustedes haces las cosas que su padre les ha dicho.
39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueran hijos de Abraham, harían lo que hizo Abraham.
40 Pero ahora tienen el deseo de matarme, un hombre que les ha dicho lo que es verdad, tal como yo lo había recibido de Dios: Abraham no hizo eso.
41 Están haciendo las obras de su padre. Ellos le dijeron: Somos verdaderos hijos de Abraham; tenemos un Padre, que es Dios.
42 Jesús les dijo: Si Dios fuera su Padre, tendrían amor para mí, porque era de Dios que vine y estoy aquí. No vine de mí mismo, pero él me envió.
43 ¿Por qué mis palabras no están claras para ustedes? Es porque sus oídos están cerrados a mi enseñanza.
44 Ustedes son los hijos de su padre el diablo y es su placer hacer sus deseos. Desde el principio fue un asesino; y él nunca ha hablado la verdad porque no hay nada verdadero en él. Cuando dice lo que es falso, es natural para él, porque él es un mentiroso y el padre de las mentiras.
45 Pero porque digo lo que es verdad, no tienes fe en mí.
46 ¿Quién de ustedes puede decir verdaderamente que soy un pecador? Si digo lo que es verdad, ¿por qué no creen en mí?
47 El que es hijo de Dios oye las palabras de Dios; los que son de Dios escuchan sus palabras pero como no son de Dios no quieren escuchar.
48 Los judíos le respondieron, diciendo: ¿No tenemos razón en decir que eres de Samaria y que tienes un espíritu malo?
49 Y esta fue la respuesta de Jesús: No tengo espíritu malo; pero doy honor a mi Padre y en cambio ustedes no me honran.
50 Yo, sin embargo, no estoy en busca de la gloria para mí: hay Uno que la está buscando y él es el juez.
51 En verdad les digo, si un hombre obedece mi palabra, nunca verá la muerte.
52 Los judíos le dijeron: Ahora estamos seguros de que tienes un espíritu malo. Abraham está muerto, y los profetas están muertos; y dices: si un hombre obedece mi palabra, nunca verá la muerte.
53 ¿Eres mayor que nuestro padre Abraham, que está muerto? y los profetas están muertos: ¿quién dices que eres?
54 Jesús dijo en respuesta: Si tomo gloria para mí, mi gloria no es nada; es mi Padre el que me glorifica, de quien dicen que él es su Dios.
55 No tienen conocimiento de él, pero yo tengo conocimiento de él; y si dijera que no lo conozco, hablaría falsamente como ustedes; pero tengo pleno conocimiento de él y mantengo su palabra.
56 Su padre Abraham estaba lleno de alegría ante la esperanza de ver mi día; lo vio y se alegró.
Juan 8 in La Biblia en Español Sencillo

Juan 8:10-56 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

10 Y enderezándose Jesús, y no viendo á nadie más que á la mujer, díjole: ¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado?
11 Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno: vete, y no peques más.
12 Y hablóles Jesús otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo: el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la lumbre de la vida.
13 Entonces los Fariseos le dijeron: Tú de ti mismo das testimonio: tu testimonio no es verdadero.
14 Respondió Jesús, y díjoles: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y á dónde voy; mas vosotros no sabéis de dónde vengo, y á dónde voy.
15 Vosotros según la carne juzgáis; mas yo no juzgo á nadie.
16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
17 Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.
18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo: y da testimonio de mí el que me envió, el Padre.
19 Y decíanle: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni á mí me conocéis, ni á mi Padre; si á mí me conocieseis, á mi Padre también conocierais.
20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las limosnas, enseñando en el templo: y nadie le prendió; porque aun no había venido su hora.
21 Y díjoles otra vez Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, mas en vuestro pecado moriréis: á donde yo voy, vosotros no podéis venir.
22 Decían entonces los Judíos: ¿Hase de matar á sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?
23 Y decíales: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creyereis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
25 Y decíanle: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: El que al principio también os he dicho.
26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros: mas el que me envió, es verdadero: y yo, lo que he oído de él, esto hablo en el mundo.
27 Mas no entendieron que él les hablaba del Padre.
28 Díjoles pues, Jesús: Cuando levantareis al Hijo del hombre, entonces entenderéis que yo soy, y que nada hago de mí mismo; mas como el Padre me enseñó, esto hablo.
29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre; porque yo, lo que á él agrada, hago siempre.
30 Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.
31 Y decía Jesús á los Judíos que le habían creído: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
32 Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará.
33 Y respondiéronle: Simiente de Abraham somos, y jamás servimos á nadie: ¿cómo dices tú: Seréis libres?
34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, es siervo de pecado.
35 Y el siervo no queda en casa para siempre: el hijo queda para siempre.
36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
37 Sé que sois simiente de Abraham, mas procuráis matarme, porque mi palabra no cabe en vosotros.
38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.
39 Respondieron y dijéronle: Nuestro padre es Abraham. Díceles Jesús: Si fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.
40 Empero ahora procuráis matarme, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios: no hizo esto Abraham.
41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Dijéronle entonces: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.
42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuera Dios, ciertamente me amaríais: porque yo de Dios he salido, y he venido; que no he venido de mí mismo, mas él me envió.
43 ¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? porque no podéis oir mi palabra.
44 Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. El, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
45 Y porque yo digo verdad, no me creéis.
46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye: por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
48 Respondieron entonces los Judíos, y dijéronle: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres Samaritano, y tienes demonio?
49 Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro á mi Padre; y vosotros me habéis deshonrado.
50 Y no busco mi gloria: hay quien la busque, y juzgue.
51 De cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no verá muerte para siempre.
52 Entonces los Judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas, y tú dices: El que guardare mi palabra, no gustará muerte para siempre.
53 ¿Eres tú mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? y los profetas murieron: ¿quién te haces á ti mismo?
54 Respondió Jesús: Si yo me glorifico á mí mismo, mi gloria es nada: mi Padre es el que me glorifica; el que vosotros decís que es vuestro Dios;
55 Y no le conocéis: mas yo le conozco; y si dijere que no le conozco, seré como vosotros mentiroso: mas le conozco, y guardo su palabra.
56 Abraham vuestro padre se gozó por ver mi día; y lo vió, y se gozó.
Juan 8 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Juan 8:10-56 in Versión Biblia Libre

10 Jesús se levantó y le preguntó: “¿Dónde están ellos? ¿No quedó ninguno para condenarte?”
11 “Ninguno, Señor,” respondió ella. “Yo tampoco te condeno,” le dijo Jesús. “Vete y no peques más.”
12 Jesús habló una vez más al pueblo, diciéndoles: “Yo soy la luz del mundo. Si me siguen, no caminarán en la oscuridad, porque tendrán la luz de la vida.”
13 Los Fariseos respondieron: “¡Tú no puedes ser tu propio testigo! ¡Lo que dices no prueba nada!”
14 “Incluso si yo soy mi propio testigo, mi testimonio es verdadero,” les dijo Jesús, “porque sé de dónde vengo y hacia dónde voy. Pero ustedes no saben de dónde vengo ni hacia dónde voy.
15 Ustedes juzgan humanamente, pero yo no juzgo a nadie.
16 Incluso si yo juzgara, mi juicio sería justo porque no estoy haciendo esto por mi cuenta. El Padre que me envió está conmigo.
17 La misma ley de ustedes dice que el testimonio de dos testigos es válido.
18 Yo soy mi propio testigo, y mi otro testigo es mi Padre que me envió.
19 “¿Dónde está tu padre?” le preguntaron. “Ustedes no me conocen a mí ni a mi Padre,” respondió Jesús. “Si ustedes me conocieran, entonces conocerían a mi Padre también.”
20 Jesús explicaba esto mientras enseñaba cerca de la tesorería del Templo. Sin embargo, nadie lo arrestó porque aún no había llegado su tiempo.
21 Jesús les dijo de nuevo: “Yo me voy y ustedes me buscarán, pero morirán en su pecado. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir.”
22 Los judíos preguntaban en voz alta: “¿Acaso va a matarse a sí mismo? ¿Es eso a lo que se refiere cuando dice ‘adonde yo voy ustedes no pueden ir’?”
23 Jesús les dijo: “Ustedes son de abajo, yo soy de arriba. Ustedes son de este mundo; yo no soy de este mundo.
24 Es por eso que les dije que ustedes morirán en sus pecados. Porque si no creen en mí, en el ‘Yo soy,’ morirán en sus pecados.”
25 Entonces ellos le preguntaron, “¿Quién eres tú?” “Soy exactamente quien les dije que era desde el principio,” respondió Jesús.
26 “Hay muchas cosas que yo podría decir de ustedes, y muchas cosas que podría condenar. Pero el que me envió dice la verdad, y lo que yo les digo aquí en este mundo es lo que escuché de Él.”
27 Ellos no entendían que él estaba hablando del Padre. Así que Jesús les explicó:
28 “Cuando ustedes hayan levantado al Hijo del hombre sabrán entonces que yo soy el ‘Yo soy,’ y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó.
29 Aquél que me envió está conmigo; Él no me ha abandonado, porque yo siempre hago lo que a Él le agrada.”
30 Muchos de los que escucharon a Jesús decir estas cosas, creyeron en Él.
31 Entonces Jesús le dijo a los judíos que creyeron en él: “Si siguen mi enseñanza, entonces ustedes son realmente mis discípulos.
32 Conocerán la verdad y la verdad los hará libres.”
33 “¡Nosotros somos descendientes de Abraham! Nosotros nunca hemos sido esclavos de nadie,” respondieron ellos. “¿Cómo puedes decir que seremos libres?”
34 Jesús respondió: “Les digo la verdad, todo el que peca es un esclavo del pecado.
35 Un esclavo no tiene un lugar permanente en la familia, pero el hijo siempre es parte de la familia.
36 Si el Hijo los libera, entonces ustedes son verdaderamente libres.
37 Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham. Sin embargo, ustedes están tratando de matarme porque se niegan a aceptar mis palabras.
38 Yo les estoy diciendo lo que el Padre me ha revelado, mientras que ustedes hacen lo que su padre les ha enseñado.”
39 “Nuestro padre es Abraham,” respondieron ellos. “Si ustedes realmente fueran hijos de Abraham, harían lo que Abraham hizo,” les dijo Jesús.
40 “Pero ustedes están tratando de matarme ahora, porque les dije la verdad que yo escuché de Dios. Abraham nunca habría hecho eso.
41 Ustedes están haciendo lo que hace el padre de ustedes.” “Pues nosotros no somos hijos ilegítimos,” respondieron ellos. “¡Solo Dios es nuestro padre!”
42 Jesús respondió: “Si Dios fuese realmente el padre de ustedes, ustedes me amarían. Yo vine de Dios y estoy aquí. No fue mi propia decisión venir, sino la de Uno que me envió.
43 ¿Por qué no pueden entender lo que estoy diciendo? ¡Es porque ustedes se niegan a escuchar mi mensaje!
44 El padre de ustedes es el Diablo, y ustedes aman seguir los deseos malos de él. Él fue un asesino desde el principio. Nunca estuvo de parte de la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando él miente, revela su verdadero carácter, porque él es un mentiroso y padre de mentiras.
45 ¡Entonces, como yo les digo la verdad, ustedes no me creen!
46 ¿Acaso puede alguno de ustedes demostrarme que soy culpable de pecado? Si les estoy diciendo la verdad, ¿por qué no me creen?
47 Todo el que pertenece a Dios, escucha lo que Dios dice. La razón por la que ustedes no escuchan es porque ustedes no pertenecen a Dios.”
48 “¿Acaso no tenemos razón en decir que eres un samaritano poseído por el demonio?” dijeron los judíos.
49 “No, yo no tengo demonio alguno,” respondió Jesús. “Yo glorifico a mi padre, pero ustedes me deshonran.
50 Yo no vine aquí buscando honra para mí mismo. Pero hay Uno que lo hace por mí y quien juzga a mi favor.
51 Les digo la verdad, cualquiera que sigue mi enseñanza, no morirá jamás.”
52 “Ahora sabemos que estás poseído por el demonio,” dijeron los judíos. “Abraham murió, y los profetas también, ¡y tú estás diciéndonos “cualquiera que sigue mi enseñanza, no morirá jamás!’
53 ¿Acaso eres tú más grande que nuestro padre Abraham? Él murió, y los profetas también murieron. ¿Quién crees que eres?”
54 Jesús respondió: “Si yo me glorifico a mí mismo, mi Gloria no significa nada. Pero es Dios mismo quien me glorifica, el mismo del cual ustedes dicen ‘Él es nuestro Dios.’
55 Ustedes no lo conocen, pero yo sí lo conozco. Si yo dijera ‘No lo conozco,’ sería un mentiroso, tal como ustedes. Pero yo sí lo conozco, y hago lo que Él dice.
56 Abrahám se deleitó en esperar mi venida, y se alegró cuando la vio.”
Juan 8 in Versión Biblia Libre