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Juan 6:7-45 in Spanish

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Juan 6:7-45 in La Biblia en Español Sencillo

7 Felipe respondió: Pan, por el valor de doscientos denarios, no sería suficiente ni siquiera para darles a todos un poco.
8 Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo a Jesús:
9 Aquí hay un niño con cinco panes de cebada y dos pescados: ¿pero qué es eso entre tantos?
10 Jesús dijo: Deja que la gente se siente. Ahora había mucha hierba en ese lugar. Y los que estaban sentados en el pasto eran como cinco mil.
11 Entonces Jesús tomó los panes y, habiendo alabado a Dios, los dio a las personas que estaban sentadas, y los pescados de la misma manera, todo los que tenían necesidad.
12 Y cuando hubieron tenido suficiente, Jesús dijo a sus discípulos: Toma los trozos que han sobrado, para que no se desperdicie nada.
13 Así que sobró : doce cestos llenos de trozos extras de los cinco panes que habían terminado después de que la gente había comido lo suficiente.
14 Cuando el pueblo vio el milagro que había hecho, dijeron: Verdaderamente, este es el profeta que ha de venir al mundo.
15 Cuando Jesús vio que el pueblo iba a venir y tomarlo por la fuerza para hacerlo rey, se fue solo a la montaña.
16 Cuando llegó la noche, los discípulos descendieron al mar;
17 Y tomaron una barca y cruzaron el mar en dirección a Capernaúm. Para entonces estaba oscuro y todavía Jesús no había venido a ellos.
18 El mar se estaba agitado debido a un fuerte viento que soplaba.
19 Después de haber recorrido cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre el mar y acercándose a la barca; y tenían gran temor.
20 Pero él les dijo: Soy yo, no teman.
21 Entonces lo llevaron rápidamente a la barca; y de inmediato la barca estaba en la tierra a la que iban.
22 Al día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que solo había una pequeña barca, que Jesús no había subido en esa barca con los discípulos, sino que los discípulos se habían ido solos.
23 Algunos otros barcos, sin embargo, vinieron de Tiberias cerca del lugar donde habían tomado el pan después de que el Señor había dado gracias.
24 Entonces cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, o sus discípulos, subieron a esos barcos y fueron a Capernaum en busca de Jesús.
25 Y cuando se encontraron con él al otro lado del mar, dijeron: Maestro, ¿cuándo viniste aquí?
26 Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto les digo, que vienen en pos de mí, no porque han visto milagros, sino porque les fue dado el pan y comieron hasta llenar.
27 No sea tu trabajo por la comida que llega a su fin, sino por la comida que continúa para la vida eterna, que el Hijo del Hombre te dará, porque a él Dios el Padre le ha puesto su marca.
28 Entonces ellos le dijeron: ¿Cómo podemos hacer las obras de Dios?
29 Respondiendo Jesús, les dijo: Esto es hacer la obra de Dios: que crean en aquel a quien Dios ha enviado.
30 Entonces ellos dijeron: ¿Qué señal nos das, para que podamos verte y tener fe en ti? ¿Qué haces?
31 Nuestros padres tenían el maná en la tierra baldía, como dicen las Escrituras, les dio pan del cielo.
32 Entonces Jesús les dijo: En verdad les digo que lo que Moisés les dio no era el pan del cielo; es mi Padre quien te da el verdadero pan del cielo.
33 El pan de Dios es el pan que desciende del cielo y da vida al mundo.
34 ¡ Ah, Señor, dijeron, danos ese pan para siempre!
35 Y esta fue la respuesta de Jesús: Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá necesidad de alimento, y el que tiene fe en mí nunca tendrá sed otra vez.
36 Pero es como les dije: me han visto, y todavía no tienen fe.
37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y no rechazaré a nadie que venga a mí.
38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino el placer del que me envió.
39 Y este es el placer del que me envió, que no debo soltar de mi mano todo lo que él me ha dado, sino que debo darle nueva vida en el último día.
40 Esto, digo, es la complacencia de mi Padre, que todo el que ve al Hijo y cree en él, tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el último día.
41 Entonces los judíos empezaron a criticar a Jesús por las palabras que dijo: Yo soy el pan que descendió del cielo.
42 Y dijeron: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre hemos visto? ¿Cómo es que ahora él dice: “He descendido del cielo”?
43 Respondió Jesús y dijo: No digan cosas contra mí, los unos a los otros.
44 Nadie puede venir a mí si el Padre que me envió no le da el deseo de venir; y yo lo resucitaré de entre los muertos en el último día.
45 Las Escrituras de los profetas dicen: Y todos recibirán enseñanzas de Dios. Todos los que tienen oídos abiertos a la enseñanza del Padre vienen a mí.
Juan 6 in La Biblia en Español Sencillo

Juan 6:7-45 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

7 Respondióle Felipe: Doscientos denarios de pan no les bastarán, para que cada uno de ellos tome un poco.
8 Dícele uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro:
9 Un muchacho está aquí que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; ¿mas qué es esto entre tantos?
10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar: y recostáronse como número de cinco mil varones.
11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, repartió á los discípulos, y los discípulos á los que estaban recostados: asimismo de los peces, cuanto querían.
12 Y como fueron saciados, dijo á sus discípulos: Recoged los pedazos que han quedado, porque no se pierda nada.
13 Cogieron pues, é hinchieron doce cestas de pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron á los que habían comido.
14 Aquellos hombres entonces, como vieron la señal que Jesús había hecho, decían: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
15 Y entendiendo Jesús que habían de venir para arrebatarle, y hacerle rey, volvió á retirarse al monte, él solo.
16 Y como se hizo tarde, descendieron sus discípulos á la mar;
17 Y entrando en un barco, venían de la otra parte de la mar hacia Capernaum. Y era ya oscuro, y Jesús no había venido á ellos.
18 Y levantábase la mar con un gran viento que soplaba.
19 Y como hubieron navegado como veinticinco ó treinta estadios, ven á Jesús que andaba sobre la mar, y se acercaba al barco: y tuvieron miedo.
20 Mas él les dijo: Yo soy; no tengáis miedo.
21 Ellos entonces gustaron recibirle en el barco: y luego el barco llegó á la tierra donde iban.
22 El día siguiente, la gente que estaba de la otra parte de la mar, como vió que no había allí otra navecilla sino una, y que Jesús no había entrado con sus discípulos en ella, sino que sus discípulos se habían ido solos;
23 Y que otras navecillas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber el Señor dado gracias;
24 Como vió pues la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron ellos en las navecillas, y vinieron á Capernaum buscando á Jesús.
25 Y hallándole de la otra parte de la mar, dijéronle: Rabbí, ¿cuándo llegaste acá?
26 Respondióles Jesús, y dijo: De cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os hartasteis.
27 Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que á vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará: porque á éste señaló el Padre, que es Dios.
28 Y dijéronle: ¿Qué haremos para que obremos las obras de Dios?
29 Respondió Jesús, y díjoles: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
30 Dijéronle entonces: ¿Qué señal pues haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obras?
31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dió á comer.
32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dió Moisés pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
34 Y dijéronle: Señor, danos siempre este pan.
35 Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que á mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
37 Todo lo que el Padre me da, vendrá á mí; y al que á mí viene, no le hecho fuera.
38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envió.
39 Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero.
40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.
41 Murmuraban entonces de él los Judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendí del cielo.
42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
43 Y Jesús respondió, y díjoles: No murmuréis entre vosotros.
44 Ninguno puede venir á mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene á mí.
Juan 6 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Juan 6:7-45 in Versión Biblia Libre

7 “Doscientas monedas de plata no alcanzarían para comprar suficiente pan y darle a todos aunque fuera un poco,” respondió Felipe.
8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo en voz alta:
9 “Hay un niño aquí que tiene cinco panes de cebada y un par de peces, pero ¿de qué sirve eso si hay tantas personas?”
10 “Pidan a todos que se sienten,” dijo Jesús. Allí había mucha hierba, así que todos se sentaron, y los hombres que estaban allí sumaban como cinco mil.
11 Jesús tomó el pan, dio gracias, y lo repartió entre las personas que estaban ahí sentadas. Luego hizo lo mismo con los peces, asegurándose de que todos recibieran tanto como querían.
12 Cuando todos estuvieron saciados, dijo a sus discípulos: “Recojan lo que sobró para que nada se desperdicie.”
13 Entonces ellos recogieron todo y llenaron doce canastas con los trozos de los cinco panes que las personas habían comido.
14 Cuando la gente vio este milagro, dijeron: “De verdad este es el profeta que iba a venir al mundo.”
15 Jesús se dio cuenta de que ellos estaban a punto de obligarlo a convertirse en su rey, así que se fue de allí y subió a la montaña para estar solo.
16 Cuando llegó la tarde, sus discípulos descendieron al mar,
17 se subieron a una barca, y comenzaron a cruzar rumbo a Capernaúm. Para ese momento, ya era de noche y Jesús no los había alcanzado.
18 Comenzó a soplar un fuerte viento y el mar se enfureció.
19 Cuando habían remado tres o cuatro millas, vieron a Jesús caminando sobre el mar, dirigiéndose hacia la barca. Estaban muy asustados.
20 “¡No tengan miedo!” les dijo. “Soy yo.”
21 Entonces ellos se alegraron en recibirlo en la barca e inmediatamente llegaron a la orilla hacia la cual se dirigían.
22 Al día siguiente, la multitud que se había quedado al otro lado del mar se dio cuenta de que quedaba solamente una barca allí y que Jesús no había subido a la barca con sus discípulos, sino que ellos se habían marchado sin él.
23 Luego llegaron desde Tiberias otras barcas, cerca del lugar donde ellos habían comido el pan después de que el Señor lo bendijo.
24 Cuando la multitud se dio cuenta que ni Jesús ni sus discípulos estaban ahí, se subieron a las barcas y se fueron a Capernaúm en busca de Jesús.
25 Cuando lo encontraron al otro lado del mar, le preguntaron, “Maestro, ¿cuándo llegaste acá?”
26 “Les digo la verdad,” respondió Jesús, “ustedes me buscan porque comieron todo el pan que quisieron, no porque hayan entendido los milagros.
27 No se preocupen por la comida que perece, sino concéntrense en la comida que permanece, la de la vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre, porque Dios el Padre ha colocado su sello de aprobación en él.”
28 Entonces ellos le preguntaron: “¿Qué tenemos que hacer para hacer la voluntad de Dios?”
29 Jesús respondió: “Lo que Dios quiere que hagan es que crean en aquél a quien Él envió.”
30 “¿Qué milagro harás para que lo veamos y podamos creerte? ¿Qué puedes hacer?” le preguntaron.
31 “Nuestros padres comieron maná en el desierto en cumplimiento de la Escritura que dice: ‘Él les dio a comer pan del cielo.’”
32 “Les diré la verdad: No fue Moisés quien les dio pan del cielo,” respondió Jesús. “Es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo.
33 Porque el pan de Dios es el que viene del cielo y el que da vida al mundo.”
34 “¡Señor, por favor danos de ese pan todo el tiempo!” dijeron.
35 “Yo soy el pan de vida,” respondió Jesús. “Cualquiera que viene a mí nunca más tendrá hambre, y cualquiera que cree en mí nunca más tendrá sed.
36 Pero como ya les expliqué antes, ustedes me han visto, pero aún no creen en mí.
37 Todos los que el Padre me entrega, vendrán a mí, y yo no rechazaré a ninguno de ellos.
38 Porque yo no descendí del cielo para hacer mi voluntad sino la voluntad del que me envió.
39 Lo que Él quiere es que yo no deje perder a ninguno de los que me ha dado, sino que los levante en el día final.
40 Lo que mi Padre quiere es que cualquiera que vea al Hijo y crea en Él tenga vida eterna, y yo lo levantaré en el día final.”
41 Entonces los judíos comenzaron a murmurar acerca de él porque había dicho “yo soy el pan que descendió del cielo.”
42 Ellos dijeron: “¿No es este Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo es que ahora puede decirnos ‘yo descendí del cielo’?”
43 “Dejen de murmurar unos con otros,” dijo Jesús.
44 “Ninguno viene a mí a menos que lo atraiga el Padre que me envió, y yo lo levantaré en el día final.
45 Tal como está escrito por los profetas en las Escrituras: ‘Todos serán instruidos por Dios.’ Todo aquél que escucha y aprende del Padre, viene a mí.
Juan 6 in Versión Biblia Libre