28 No se sorprendan de esto, porque viene el tiempo en que todos los que estén en el sepulcro escucharán su voz
29 y se levantarán de nuevo. Aquellos que han hecho bien, resucitarán para vida; y los que han hecho mal, resucitarán para condenación.
30 Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo basándome en lo que se me dice, y mi decisión es justa, porque no estoy haciendo mi propia voluntad sino la voluntad de Aquél que me envió.
31 Si yo quisiera atribuirme alguna gloria para mí mismo, esas atribuciones no serían válidas;
32 pero hay alguien más que da evidencia acerca de mí, y yo sé que lo que él dice de mí es verdad.
33 Ustedes le preguntaron a Juan sobre mí y él dijo la verdad,
34 pero yo no necesito ninguna aprobación humana. Estoy explicándoles esto para que sean salvos.
35 Juan fue como una lámpara resplandeciente, y ustedes estuvieron dispuestos a disfrutar de su luz por un tiempo.