8El viento va donde le place, y el sonido llega a tus oídos, pero no puedes decir de dónde viene y hacia dónde va: así es con todos los que nacen del Espíritu.
8El viento sopla hacia donde quiere y apenas se alcanza a escuchar el sonido que hace, pero no sabes de dónde viene ni hacia dónde va; así ocurre con todo aquél que nace del Espíritu.”