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Juan 11:6-40 in Spanish

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Juan 11:6-40 in La Biblia en Español Sencillo

6 Y cuando le llegó la noticia de que Lázaro estaba enfermo, no fue del lugar donde estuvo por dos días.
7 Luego, después de ese tiempo, dijo a sus discípulos: Vayamos a Judea otra vez.
8 Los discípulos le dijeron: Maestro, el otro día los judíos intentaron apedrearte, ¿y volverás allí otra vez?
9 Entonces Jesús dijo en respuesta: ¿No hay doce horas en el día? Un hombre puede andar en el día sin caer, porque ve la luz de este mundo.
10 Pero si un hombre anda por la noche, puede caer porque la luz no está en él.
11 Estas cosas dijo él: y después de eso les dijo: Lázaro nuestro amigo está en reposo; pero voy para que pueda hacerlo salir de su sueño.
12 Entonces sus discípulos le dijeron: Señor, si está descansando, se pondrá bien.
13 Jesús, sin embargo, estaba hablando de su muerte, pero tenían la idea de que estaba hablando de descansar en sueños.
14 Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro está muerto.
15 Y por su causa me alegro de no haber estado allí, para que tengan fe; pero vayamos a él.
16 Entonces Tomás, que le llamaban el gemelo, dijo a los otros discípulos: Subamos para que podamos estar con él en la muerte.
17 Cuando Jesús vino, descubrió que Lázaro había sido sepultado cuatro días antes.
18 Ahora bien, Betania estaba cerca de Jerusalén, a unos tres kilómetros de distancia;
19 Y algunos judíos habían venido a Marta y María para consolarlas acerca de su hermano.
20 Cuando Marta tuvo la noticia de que Jesús estaba en camino, ella salió a buscarlo, pero María no se fue de la casa.
21 Entonces Marta le dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no estaría muerto.
22 Pero estoy segura de que, incluso ahora, cualquier solicitud que hagas a Dios, Dios te la dará.
23 Jesús le dijo: Tu hermano volverá a la vida.
24 Marta le dijo: Estoy seguro de que volverá a la vida cuando todos vuelvan de entre los muertos en el último día.
25 Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que tiene fe en mí tendrá vida aunque esté muerto;
26 Y nadie que viva y tenga fe en mí verá la muerte. ¿Es esta tu fe?
27 Ella le dijo: Sí, Señor; mi fe es que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que había de venir al mundo.
28 Y habiendo dicho esto, ella se fue y le dijo en secreto a su hermana María: El Maestro está aquí y te ha enviado a buscar.
29 Y María, al oír esto, se levantó rápidamente y fue hacia él.
30 Ahora bien, Jesús no había entrado en este momento en la ciudad, sino que todavía estaba en el lugar donde Marta lo había visto.
31 Entonces los judíos que estaban con ella en la casa, consolándola, cuando vieron a María levantarse rápidamente y salir, la siguieron con la creencia de que ella iría al lugar de los muertos y lloraría allí.
32 Cuando María llegó donde Jesús estaba y lo vio, se postró a sus pies, diciendo: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no estaría muerto.
33 Y cuando Jesús la vio llorar, y vio a los judíos que lloraban que venían con ella, su espíritu se conmovió y se turbó,
34 y dijo: ¿Dónde lo has puesto? Dijeron: Ven y mira, Señor.
35 Y Jesús mismo estaba llorando.
36 Entonces los judíos dijeron: ¡Mira cuán querido era para él!
37 Pero algunos de ellos dijeron: Este hombre, que abrió los ojos del ciego, ¿no fue capaz de guardar a su amigo de la muerte?
38 Entonces Jesús, trastornado de corazón, vino al lugar de los muertos. Era un agujero en la roca, y una piedra estaba sobre la abertura.
39 Jesús dijo: Toma la piedra. Marta, la hermana de él que estaba muerto, dijo: Señor, para entonces el cuerpo estará oliendo, porque ha estado muerto cuatro días.
40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si tuvieras fe, verías la gloria de Dios?
Juan 11 in La Biblia en Español Sencillo

Juan 11:6-40 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

6 Como oyó pues que estaba enfermo, quedóse aún dos días en aquel lugar donde estaba.
7 Luego, después de esto, dijo á los discípulos: Vamos á Judea otra vez.
8 Dícenle los discípulos: Rabbí, ahora procuraban los Judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?
9 Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anduviere de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo.
10 Mas el que anduviere de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
11 Dicho esto, díceles después: Lázaro nuestro amigo duerme; mas voy á despertarle del sueño.
12 Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, salvo estará.
13 Mas esto decía Jesús de la muerte de él: y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.
14 Entonces, pues, Jesús les dijo claramente: Lázaro es muerto;
15 Y huélgome por vosotros, que yo no haya estado allí, para que creáis: mas vamos á él.
16 Dijo entonces Tomás, el que se dice el Dídimo, á sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.
17 Vino pues Jesús, y halló que había ya cuatro días que estaba en el sepulcro.
18 Y Bethania estaba cerca de Jerusalem, como quince estadios;
19 Y muchos de los Judíos habían venido á Marta y á María, á consolarlas de su hermano.
20 Entonces Marta, como oyó que Jesús venía, salió á encontrarle; mas María se estuvo en casa.
21 Y Marta dijo á Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no fuera muerto;
22 Mas también sé ahora, que todo lo que pidieres de Dios, te dará Dios.
23 Dícele Jesús: Resucitará tu hermano.
24 Marta le dice: Yo sé que resucitará en la resurrección en el día postrero.
25 Dícele Jesús: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
27 Dícele: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
28 Y esto dicho, fuése, y llamó en secreto á María su hermana, diciendo: El Maestro está aquí y te llama.
29 Ella, como lo oyó, levántase prestamente y viene á él.
30 (Que aun no había llegado Jesús á la aldea, mas estaba en aquel lugar donde Marta le había encontrado.)
31 Entonces los Judíos que estaban en casa con ella, y la consolaban, como vieron que María se había levantado prestamente, y había salido, siguiéronla, diciendo: Va al sepulcro á llorar allí.
32 Mas María, como vino donde estaba Jesús, viéndole, derribóse á sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, no fuera muerto mi hermano.
33 Jesús entonces, como la vió llorando, y á los Judíos que habían venido juntamente con ella llorando, se conmovió en espíritu, y turbóse,
34 Y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Dícenle: Señor, ven, y ve.
35 Y lloró Jesús.
36 Dijeron entonces los Judíos: Mirad cómo le amaba.
37 Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste que abrió los ojos al ciego, hacer que éste no muriera?
38 Y Jesús, conmoviéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro. Era una cueva, la cual tenía una piedra encima.
39 Dice Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que se había muerto, le dice: Señor, hiede ya, que es de cuatro días.
40 Jesús le dice: ¿No te he dicho que, si creyeres, verás la gloria de Dios?
Juan 11 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Juan 11:6-40 in Versión Biblia Libre

6 y aunque había escuchado que Lázaro estaba enfermo, se quedó en el lugar donde estaba durante dos días más.
7 Entonces le dijo a los discípulos: “Regresemos a Judea.”
8 Los discípulos respondieron: “Maestro, hace apenas unos días los judíos estaban tratando de apedrearte. ¿Realmente quieres regresar allá ahora?”
9 “¿Acaso no tiene doce horas el día?” respondió Jesús.
10 “Si la gente camina durante el día, no se tropieza porque puede ver hacia dónde va, gracias a la luz de este mundo. Pero si camina por la noche, se tropieza porque no hay luz.”
11 Después de decirles esto, les dijo: “Nuestro amigo Lázaro se ha dormido, ¡pero yo voy para despertarlo!”
12 Los discípulos dijeron: “Señor, si está durmiendo, se pondrá mejor.”
13 Jesús se había estado refiriendo a la muerte de Lázaro, pero los discípulos pensaban que él se refería realmente al acto de dormir.
14 Así que Jesús les dijo claramente: “Lázaro está muerto.
15 Me alegro por ustedes de que yo no estaba allí, porque ahora ustedes podrán creer en mí. Vayamos y veámoslo.”
16 Tomás, el gemelo, dijo a sus condiscípulos: “Vayamos también para que muramos con él.”
17 Cuando Jesús llegó, se enteró de que Lázaro había estado en la tumba por cuatro días.
18 Betania estaba apenas a dos millas de Jerusalén,
19 y muchos judíos habían venido a consolar a María y Marta ante la pérdida de su hermano.
20 Cuando Marta supo que Jesús venía, salió a su encuentro, pero María se quedó en casa.
21 Marta le dijo a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
22 “Pero estoy segura de que incluso ahora Dios te concederá cualquier cosa que le pidas.”
23 Jesús le dijo: “Tu hermano se levantará de nuevo.”
24 “Sé que se levantará en la resurrección, en el día final,” respondió Marta.
25 Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. Aquellos que creen en mí, vivirán aunque mueran.
26 Todos los que viven en mí y creen en mí, no morirán jamás. ¿Crees esto?”
27 “Sí, Señor,” respondió ella, “Yo creo que eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que esperábamos que viniera al mundo.”
28 Cuando ella terminó de decir esto, fue y le dijo a su hermana María, en privado: “El Maestro está aquí y ha dicho que quiere verte.”
29 Tan pronto escuchó esto, María se levantó y fue a verlo.
30 Jesús todavía no había llegado a la aldea. Aún estaba en el lugar donde Marta lo había ido a recibir.
31 Los judíos que habían estado consolando a María en la casa vieron cómo ella se levantó rápidamente y salió. Entonces la siguieron, pensado que se dirigía a la tumba a llorar.
32 Cuando María llegó al lugar donde estaba Jesús y lo vio, se postró a sus pies y dijo: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.”
33 Cuando la vio llorando a ella y a los judíos que habían venido con ella, Jesús se sintió atribulado y triste.
34 “¿Dónde lo han puesto?” preguntó él. Ellos respondieron: “Señor, ven y ve.”
35 Entonces Jesús también lloró.
36 “Miren cuánto lo amaba,” dijeron los judíos.
37 Pero algunos de ellos decían: “Si pudo abrir los ojos de un hombre ciego, ¿no podía haber impedido la muerte de Lázaro?”
38 Muy atribulado, Jesús se dirigió a la tumba. Era una cueva con una gran piedra que tapaba la entrada.
39 “Quiten la piedra,” les dijo Jesús. Pero Marta, la hermana del difunto, dijo: “Señor, en este momento ya debe haber mal olor porque él ha estado muerto por cuatro días.”
40 “¿No te dije que si crees en mi verás la Gloria de Dios?” respondió Jesús.
Juan 11 in Versión Biblia Libre