10 Y todos los pueblos de Sehón, rey de los amorreos, que gobernaba en Hesbón, hasta los límites de los hijos de Amón;
11 Y Galaad, y la tierra de los gesureos y de los maacateos, y todo el monte Hermón, y todo Basán hasta Salca;
12 Todo el reino de Og en Basán, que estaba gobernando en Astarot y en Edrei (fue uno de los últimos de los Refaitas); Estos fueron derrotados por Moisés, expulsándolos de su país.
13 Sin embargo, el pueblo de Israel no envió a los gesuritas, ni a los maacatitas: pero Geshur y Maaca están viviendo entre Israel hasta el día de hoy.
14 Sólo a la tribu de Leví no dio herencia; Las ofrendas del Señor, el Dios de Israel, hechas por fuego son su herencia, como él le dijo.
15 Y Moisés entregó su heredad a la tribu de Rubén por sus familias.
16 Su límite era desde Aroer, en el borde del valle del Arnón, y la ciudad en medio del valle, y toda la tierra de la mesa de Medeba;
17 Hesbón y todos sus pueblos en la tierra de la mesa; Dibón, Bamot-baal, y Bet Baal-meón;
18 Y Jahaza, y Cademot, y Mefaat;
19 Y Quiriat-Taim, y Sibma, y Zaret-sahar en la montaña del valle;
20 Y Bet-peor, y las laderas de Pisga, y Bet-jesimot;
21 Y todos los pueblos de la tierra de la mesa, y todo el reino de Sehón, rey de los amorreos, que gobernaba en Hesbón, a quien Moisés venció, junto con los jefes de Madián, Evi, y Requem, y Zur, y Hur, y Reba, los jefes de Sihon, que vivían en la tierra.
22 Balaam, el hijo de Beor, el profeta, los hijos de Israel, lo mataron.
23 Y el límite de los hijos de Rubén era el borde del Jordán. Esta fue la herencia de los hijos de Rubén, por sus familias, con sus pueblos y sus aldeas.
24 Y Moisés entregó su heredad a la tribu de Gad por sus familias.
25 Y su límite era Jazer, y todas las ciudades de Galaad, y la mitad de la tierra de los hijos de Amón, a Aroer antes de Rabá;
26 Y de Hesbón a Ramat-mizpa, y Betonim; y desde Mahanaim hasta el borde de Debir;