17 Y la luz de Israel será fuego, y su Santo en llama: desperdiciando y quemando sus espinas y matorrales en un día.
18 Y pondrá fin a la gloria de sus bosques y de sus campos plantados, alma y cuerpo juntos; y será como cuando un hombre abanderado en derrota.
19 Y el resto de los árboles de su madera serán pequeños en número, de modo que un niño los pueda poner por escrito.
20 Y será en ese día que el resto de Israel, y los de Jacob que han superado estas dificultades, ya no buscarán ayuda para él cuya vara estaba sobre su espalda, sino que su fe estará en El Señor, el Santo de Israel.