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Hechos 2:5-46 in Spanish

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Hechos 2:5-46 in La Biblia en Español Sencillo

5 Y vivían en Jerusalén judíos, hombres temerosos de Dios, de toda nación debajo del cielo.
6 Y cuando este sonido les llegó a oídos, todos se juntaron, y se sorprendieron grandemente porque cada uno escuchaba las palabras de los discípulos en su lenguaje especial.
7 Y estaban llenos de asombro, y dijeron: ¿No son todos estos hombres galileos?
8 ¿Y cómo es que cada uno de nosotros escucha sus palabras en el lenguaje que era nuestro desde nuestro nacimiento?
9 Hombres Partos, Medos y Elamitas, y los que viven en Mesopotamia, en Judea y Capadocia, en el Ponto y Asia,
10 En Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de egipto sobre Cirene, y los que han venido de Roma, Judíos de nacimiento y otros que se han convertido en judíos,
11 Hombres de Creta y Arabia, les hemos oído hablar en nuestros diferentes idiomas, de las grandes obras de Dios.
12 Y todos fueron sorprendidos y dudosos el uno al otro, ¿Cuál es la razón de esto?
13 Pero otros, haciendo deporte de ellos, dijeron: Están borrachos.
14 Pero Pedro, levantándose con los once, dijo en voz alta: Varones de Judea, y todos los que viven en Jerusalén, tomen nota de esto y presten atención a mis palabras.
15 Porque estos hombres no están ebrios, como ustedes piensan, porque es solo la tercera hora del día;
16 Pero esto es lo dicho por el profeta Joel;
17 Y acontecerá, en los últimos días, dice Dios, que enviaré mi Espíritu sobre toda carne; y sus hijos e hijas profetizarán, y los jóvenes verán visiones, y los ancianos tendrán sueños:
18 Y sobre mis siervos y mis siervas derramaré mi Espíritu, y ellos profetizaran.
19 Y se verán maravillas en el cielo, y señales en la tierra, sangre, fuego y humo.
20 El sol se oscurecerá y la luna se convertirá en sangre, antes que llegue el gran día del Señor en gloria.
21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo.
22 Hombres de Israel, presten oído a estas palabras: Jesús de Nazaret, un hombre que tenía la aprobación de Dios, como les fue explicado por las grandes obras, señales y maravillas que Dios hizo por medio de él entre ustedes, como ustedes mismos lo saben,
23 Él, cuando fue entregado, por la decisión y el conocimiento de Dios, tenía hecho de antemano, ustedes lo arrestaron y mataron crucificandolo por mano de hombres malvados:
24 Pero Dios lo resucitó, liberándolo de los dolores de la muerte; porque no le fue posible ser vencido por la muerte.
25 Porque David dijo de él: Veía al Señor delante de mí en todo tiempo, porque él está a mi diestra, no seré conmovido;
26 Y por esta causa mi corazón estaba contento y mi lengua llena de alegría, y mi carne descansará en la esperanza:
27 Porque no dejarás que mi alma esté en el infierno, y no entregarás a tu Santo a la destrucción.
28 Me has hecho ver los caminos de la vida; Estaré lleno de alegría cuando vea tu cara.
29 Hermanos míos, puedo decirles abiertamente que David murió y fue sepultado, y su lugar de descanso hoy está con nosotros.
30 Pero siendo profeta, y teniendo en cuenta el juramento que Dios le había dado, que del fruto de su cuerpo uno tomaría su lugar como un rey,
31 Él, teniendo conocimiento del futuro, estaba hablando de la venida otra vez de Cristo de entre los muertos, que no fue guardado en el infierno y su cuerpo no vio destrucción.
32 Este Jesús, Dios ha devuelto a la vida, de lo cual todos somos testigos.
33 Y así, siendo levantado a la diestra de Dios, y teniendo la palabra del Padre de que vendría el Espíritu Santo, él ha derramado esto, que ahora ven y conocen.
34 Porque David no subió al cielo, sino que dice: El Señor dijo a mi Señor: Sé sentado a mi diestra,
35 Hasta que ponga a tus enemigos como estrado de tus pies.
36 Por esta razón, que todo Israel esté seguro de que este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios ha hecho Señor y Cristo.
37 Cuando estas palabras llegaron a sus oídos, se turbaron sus corazones, y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: Hermanos, ¿qué hemos de hacer?
38 Y Pedro dijo: Arrepiéntanse, cada uno de ustedes, y bautícese en el nombre de Jesucristo, para el perdón de sus pecados; y se les dará el Espíritu Santo.
39 Porque la palabra de Dios es para ustedes, y para sus hijos, y para todos los que están lejos, para todos los que sean llamados por el Señor nuestro Dios.
40 Y con estas y más palabras dio su testimonio, y les exhortaba diciendo : salgan de esta generación mala.
41 Entonces aquellos que oyeron sus palabras fueron bautizados, y como tres mil personas se unieron a ellos ese día.
42 Y mantuvieron su atención fija en la enseñanza de los Apóstoles, en la comunión unos con otros y se unieron en la toma del pan partido y en la oración.
43 Pero el temor vino sobre todas las almas; y toda clase de maravillas y señales fueron hechas por los Apóstoles.
44 Y todos los que eran de la fe se mantuvieron unidos, y tenían todas las cosas en común;
45 E intercambiaron sus bienes y propiedades por dinero, dividieron entre ellos a todos, según lo necesitaban.
46 Y día tras día, yendo juntos de común acuerdo al Templo, juntos partiendo el pan en sus casas, tomaron sus alimentos con alegría y con sencillez de corazón,
Hechos 2 in La Biblia en Español Sencillo

Hechos 2:5-46 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

5 Moraban entonces en Jerusalem Judíos, varones religiosos, de todas las naciones debajo del cielo.
6 Y hecho este estruendo, juntóse la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar su propia lengua.
7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: He aquí ¿no son Galileos todos estos que hablan?
8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en que somos nacidos?
9 Partos y Medos, y Elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea y en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
10 En Phrygia y Pamphylia, en Egipto y en las partes de Africa que está de la otra parte de Cirene, y Romanos extranjeros, tanto Judíos como convertidos,
11 Cretenses y Arabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciendo los unos á los otros: ¿Qué quiere ser esto?
13 Mas otros burlándose, decían: Que están llenos de mosto.
14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y hablóles diciendo: Varones Judíos, y todos los que habitáis en Jerusalem, esto os sea notorio, y oid mis palabras.
15 Porque éstos no están borrachos, como vosotros pensáis, siendo la hora tercia del día;
16 Mas esto es lo que fué dicho por el profeta Joel:
17 Y será en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; y vuestros mancebos verán visiones, y vuestros viejos soñarán sueños:
18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
19 Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo:
20 El sol se volverá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto;
21 Y será que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
22 Varones Israelitas, oid estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros en maravillas y prodigios y señales, que Dios hizo por él en medio de vosotros, como también vosotros sabéis;
23 A éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole;
24 Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser detenido de ella.
25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí: porque está á mi diestra, no seré conmovido.
26 Por lo cual mi corazón se alegró, y gozóse mi lengua; y aun mi carne descansará en esperanza;
27 Que no dejarás mi alma en el infierno, ni darás á tu Santo que vea corrupción.
28 Hicísteme notorios los caminos de la vida; me henchirás de gozo con tu presencia.
29 Varones hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murió, y fué sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta del día de hoy.
30 Empero siendo profeta, y sabiendo que con juramento le había Dios jurado que del fruto de su lomo, cuanto á la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono;
31 Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fué dejada en el infierno, ni su carne vió corrupción.
32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
33 Así que, levantado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
34 Porque David no subió á los cielos; empero él dice: Dijo el Señor á mi Señor: Siéntate á mi diestra,
35 Hasta que ponga á tus enemigos por estrado de tus pies.
36 Sepa pues ciertísimamente toda la casa de Israel, que á éste Jesús que vosotros crucificasteis, Dios ha hecho Señor y Cristo.
37 Entonces oído esto, fueron compungidos de corazón, y dijeron á Pedro y á los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
40 Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
41 Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas á ellos aquel día como tres mil personas.
42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones.
43 Y toda persona tenía temor: y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.
44 Y todos los que creían estaban juntos; y tenían todas las cosas comunes;
45 Y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartíanlas á todos, como cada uno había menester.
46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón,
Hechos 2 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Hechos 2:5-46 in Versión Biblia Libre

5 En ese momento había allí judíos devotos provenientes de todas las naciones de la tierra, que vivían en Jerusalén.
6 Cuando escucharon este ruido, se reunió una gran multitud de ellos. Estaban perplejos porque todos escuchaban hablar en su propio idioma.
7 Y estaban totalmente sorprendidos, diciendo: “Miren, ¿no son Galileos todos estos que están hablando?
8 ¿Cómo es posible que les escuchemos hablar en nuestros propios idiomas?”
9 Partos, Medos y Elamitas; gente de Mesopotamia, Judea y Capadocia, Ponto y Asia,
10 Frigia y Panfilia; desde Egipto y el área de Libia alrededor de Cirene; visitantes de Roma, tanto judíos como conversos,
11 cretenses y árabes, les escuchamos hablar en nuestros propios idiomas acerca de todas las cosas grandes que Dios ha hecho.”
12 Y todos estaban sorprendidos y confundidos. Y unos a otros se preguntaban “¿Qué significa esto?”
13 Pero había otros que se burlaban y decían: “¡De seguro han estado tomando mucho vino!”
14 Entonces Pedro se puso en pie con los otros once discípulos y habló en voz alta: “¡Hermanos judíos y todos los que viven aquí en Jerusalén: préstenme atención y les explicaré todo esto!
15 Estos hombres no están ebrios, como ustedes insinúan. ¡Noten que apenas son las nueve de la mañana!
16 Lo que está sucediendo es lo que fue predicho por el profeta Joel:
17 ‘Dios dice: En los últimos días, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus jóvenes tendrán visiones, y sus ancianos tendrán sueños.
18 En esos días derramaré mi Espíritu sobre mis siervos —hombres y mujeres por igual— y profetizarán.
19 Y haré maravillas arriba en los cielos y señales abajo en la tierra: sangre, fuego y nubes de humo.
20 El sol se oscurecerá, y la luna se pondrá roja como la sangre antes de que llegue el día grande y glorioso del Señor.
21 Pero todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.”’
22 “Pueblo de Israel, escuchen esto: como bien lo saben, Jesús de Nazaret fue un hombre confirmado por Dios ante ustedes por medio de los milagros poderosos y las señales que Dios hizo por medio de él.
23 Dios, sabiendo de antemano lo que sucedería, siguió su plan y resolvió entregarlo en manos de ustedes. Por mano de hombres malvados, ustedes lo mataron, clavándolo en una cruz.
24 Pero Dios lo levantó nuevamente a la vida, libertándolo de la carga de la muerte, porque la muerte no tuvo poder para tenerlo prisionero.
25 “David dice de él: ‘Vi al Señor siempre conmigo. No seré sacudido, porque él está aquí a mi lado.
26 ¡Con razón mi corazón está contento, y mi lengua grita sus alabanzas! Mi cuerpo descansa en esperanza.
27 Pues tú no dejarás mi alma entre los muertos ni permitirás que tu Santo se pudra en la tumba.
28 Me has mostrado el camino de la vida y me llenarás con la alegría de tu presencia.’
29 “Mis hermanos y hermanas, permítanme decirles claramente que nuestro antepasado David murió y fue sepultado, y su tumba está aquí con nosotros hasta el día de hoy.
30 Pero él era un profeta, y sabía que Dios había prometido bajo juramento poner en su trono a uno de sus descendientes.
31 David vio lo que sucedería y habló sobre la resurrección de Cristo, porque Cristo no fue abandonado en su tumba, ni sufrió descomposición.
32 “Dios ha levantado a este Jesús de entre los muertos, y todos nosotros somos testigos de eso.
33 Ahora él ha sido exaltado a la diestra de Dios y ha recibido del Padre al Espíritu Santo, el cual prometió, y ha derramado lo que ustedes están viendo y oyendo.
34 Porque David no ascendió al cielo, pero dijo: ‘El Señor dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra,
35 entretanto que pongo a tus enemigos por estrado de tus pies.”’
36 Ahora esté todo Israel convencido de esto: ¡Dios ha puesto a este Jesús, a quien ustedes mataron en una cruz, como Señor y Mesías!”
37 Cuando la gente escuchó esto, sintieron remordimiento de conciencia. Entonces le preguntaron a Pedro y a los apóstoles: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?”
38 “¡Arrepiéntanse!” les dijo Pedro. “Todos deben bautizarse en el nombre de Jesús para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
39 Esta promesa es para ustedes, para sus hijos, y para todos los extranjeros. Para todo aquél a quien el Señor nuestro Dios llama.”
40 Luego Pedro siguió hablando, dándoles más evidencias. Les advirtió: “Sálvense de esta generación perversa.”
41 Aquellos que aceptaban lo que él decía, eran bautizados, sumándose así cerca de tres mil personas al grupo de creyentes en ese día.
42 Ellos se comprometieron a seguir lo que los apóstoles les habían enseñado, y a la hermandad de los creyentes, “partiendo el pan” y orando juntos.
43 Todos estaban asombrados, y a través de los apóstoles se realizaban muchos milagros y señales.
44 Y todos los creyentes estaban juntos y compartían todo lo que tenían.
45 Ellos vendían sus propiedades y pertenencias, compartiendo las ganancias con todos, en cuanto lo necesitaban.
46 Día tras día siguieron reuniéndose en el templo, y comían juntos en sus casas. Disfrutaban de las comidas con humildad y alegría. Alababan a Dios, y todos pensaban bien de ellos.
Hechos 2 in Versión Biblia Libre