33 Y así, siendo levantado a la diestra de Dios, y teniendo la palabra del Padre de que vendría el Espíritu Santo, él ha derramado esto, que ahora ven y conocen.
34 Porque David no subió al cielo, sino que dice: El Señor dijo a mi Señor: Sé sentado a mi diestra,
35 Hasta que ponga a tus enemigos como estrado de tus pies.
36 Por esta razón, que todo Israel esté seguro de que este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios ha hecho Señor y Cristo.