29 Soy consciente de que después de que me haya ido, los lobos malvados entrarán entre ustedes, haciendo daño al rebaño;
30 Y aun de entre ustedes vendrán hombres que enseñarán mentiras, para que los creyentes los sigan.
31 Así que velen, teniendo en mente que durante tres años sin descansar les estaba enseñando a cada uno de ustedes, día y noche, con llanto.