3 “Entonces ¿qué bautismo recibieron?” preguntó. “El bautismo de Juan,” respondieron ellos.
4 “Juan bautizaba con el bautismo del arrepentimiento,” dijo Pablo. “Él enseñaba a las personas que debían creer en el que vendría después de él, es decir, que debían creer en Jesús.”
5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
6 Y después que Pablo puso sus manos sobre ellos, el Espíritu Santo descendió sobre ellos y hablaron en lenguas y profetizaron.
7 Había aproximadamente doce de ellos en total.
8 Entonces Pablo fue a la sinagoga y durante los siguientes tres meses habló de forma clara a los que estaban allí, debatiendo con ellos y tratando de convencerlos acerca del mensaje del reino de Dios.
9 Pero algunos de ellos eran tercos, y no quisieron aceptar. Ellos condenaban a El Camino ante la multitud. Así que Pablo se dio por vencido respecto a ellos y se fue a la sinagoga, llevando consigo a los creyentes. Entonces comenzó a hacer debates cada día en el salón de Tirano.
10 Así sucedió durante los siguientes dos años, logrando que todos los que vivían en la provincia de Asia, tanto judíos como griegos, escucharan la palabra del Señor.
11 Y Dios realizaba milagros extraordinarios a través de Pablo,
12 tanto así, que la gente tomaba los pañuelos o delantales que Pablo había tocado para sanar a los enfermos y para expulsar espíritus malignos.