33 Y esa misma hora de la noche, él los tomó, y cuando él había prestado atención a sus heridas, él y toda su familia se bautizaron enseguida.
34 Y los llevó a su casa y les dio de comer, y se llenó de gozo, creyeron en Dios con toda su familia.
35 Pero cuando fue de día, las autoridades enviaron a la policía, diciendo: Dejen ir a estos hombres.
36 Y el dueño dijo a Pablo: Las autoridades dieron orden de dejarte ir; sal ahora, y ve en paz.