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Hechos 16:20-40 in Spanish

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Hechos 16:20-40 in La Biblia en Español Sencillo

20 Y cuando los tomaron delante de las autoridades, dijeron: Estos hombres, que son judíos, están perturbando mucho a nuestra ciudad;
21 Enseñan reglas de vida que no nos es lícito recibir o hacer, siendo Romanos.
22 Y el pueblo los atacó a todos, y las autoridades se quitaron sus ropas y ordenaron que los azotarán.
23 Y cuando les dieron un gran número de golpes, los metieron en la cárcel, dando órdenes al guardián de la prisión que los vigilara con el mayor cuidado:
24 Y él, teniendo tales órdenes, los metió en la prisión interior con cadenas en su pies.
25 Pero hacia la mitad de la noche, Pablo y Silas estaban haciendo oraciones y cánticos a Dios ante los prisioneros;
26 Y de repente hubo una conmoción, de modo que la base de la prisión tembló; y todas las puertas se abrieron, y se soltaron las cadenas de todos.
27 Y el guardián, saliendo de su sueño, y viendo las puertas de la prisión abiertas, tomó su espada y estaba a punto de suicidarse, temiendo que los prisioneros se hubieran escapado.
28 Pero Pablo dijo en voz alta: No te hagas daño, porque todos estamos aquí.
29 Y envió a buscar luces y entró corriendo, y temblando de miedo, se postró sobre su rostro delante de Pablo y Silas.
30 Y los sacaron y dijeron: Señores, ¿qué tengo que hacer para obtener la salvación?
31 Y ellos dijeron: Ten fe en el Señor Jesús, y tú y tu familia tendrán salvación.
32 Y le dieron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.
33 Y esa misma hora de la noche, él los tomó, y cuando él había prestado atención a sus heridas, él y toda su familia se bautizaron enseguida.
34 Y los llevó a su casa y les dio de comer, y se llenó de gozo, creyeron en Dios con toda su familia.
35 Pero cuando fue de día, las autoridades enviaron a la policía, diciendo: Dejen ir a estos hombres.
36 Y el dueño dijo a Pablo: Las autoridades dieron orden de dejarte ir; sal ahora, y ve en paz.
37 Pero Pablo les dijo: Nos han dado a nosotros, los romanos, azotes públicos sin juzgarnos, y nos han metido en la cárcel. ¿Nos enviarán ahora en secreto? no, en verdad, que vengan ellos mismos y nos saquen.
38 Y la policía dio cuenta de estas palabras a las autoridades, y estaban llenos de temor al oír que eran romanos;
39 Entonces vinieron y les rogaron, pidiéndoles, cuando los habían sacado, que se fueran del pueblo.
40 Y salidos de la cárcel, fueron a la casa de Lidia, y cuando vieron a los hermanos, les dieron consuelo y se fueron.
Hechos 16 in La Biblia en Español Sencillo

Hechos 16:20-40 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

20 Y presentándolos á los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo Judíos, alborotan nuestra ciudad,
21 Y predican ritos, los cuales no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos Romanos.
22 Y agolpóse el pueblo contra ellos: y los magistrados rompiéndoles sus ropas, les mandaron azotar con varas.
23 Y después que los hubieron herido de muchos azotes, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con diligencia:
24 El cual, recibido este mandamiento, los metió en la cárcel de más adentro; y les apretó los pies en el cepo.
25 Mas á media noche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos á Dios: y los que estaban presos los oían.
26 Entonces fué hecho de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se movían; y luego todas las puertas se abrieron, y las prisiones de todos se soltaron.
27 Y despertado el carcelero, como vió abiertas las puertas de la cárcel, sacando la espada se quería matar, pensando que los presos se habían huído.
28 Mas Pablo clamó á gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal; que todos estamos aquí.
29 El entonces pidiendo luz, entró dentro, y temblando, derribóse á los pies de Pablo y de Silas;
30 Y sacándolos fuera, les dice: Señores, ¿qué es menester que yo haga para ser salvo?
31 Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu casa.
32 Y le hablaron la palabra del Señor, y á todos los que estaban en su casa.
33 Y tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó los azotes; y se bautizó luego él, y todos los suyos.
34 Y llevándolos á su casa, les puso la mesa: y se gozó de que con toda su casa había creído á Dios.
35 Y como fué de día, los magistrados enviaron los alguaciles, diciendo: Deja ir á aquellos hombres.
36 Y el carcelero hizo saber estas palabras á Pablo: Los magistrados han enviado á decir que seáis sueltos: así que ahora salid, é id en paz.
37 Entonces Pablo les dijo: Azotados públicamente sin ser condenados, siendo hombres Romanos, nos echaron en la cárcel; y ¿ahora nos echan encubiertamente? No, de cierto, sino vengan ellos y sáquennos.
38 Y los alguaciles volvieron á decir á los magistrados estas palabras: y tuvieron miedo, oído que eran Romanos.
39 Y viniendo, les rogaron; y sacándolos, les pidieron que se saliesen de la ciudad.
40 Entonces salidos de la cárcel, entraron en casa de Lidia; y habiendo visto á los hermanos, los consolaron, y se salieron.
Hechos 16 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Hechos 16:20-40 in Versión Biblia Libre

20 Y los llevaron ante los magistrados, acusándolos: “Estos hombres judíos están causando grandes disturbios en nuestra ciudad,” decían.
21 “Están enseñando ideas que son ilegales para nosotros como romanos, y que no aceptamos ni practicamos.”
22 Entonces la multitud se reunió para atacarlos. Los magistrados rasgaron la ropa de Pablo y Silas, y ordenaron que fueran golpeados con varas.
23 Y después de darles una golpiza severa, los metieron en la prisión, ordenándole al carcelero que los mantuviera bajo llave.
24 El carcelero siguió las órdenes. Y metió a Pablo y a Silas en la celda interna y encadenó sus pies en el cepo.
25 Cerca de la media noche Pablo y Silas estaban orando y cantando alabanzas a Dios, y los demás prisioneros los escuchaban.
26 De repente un terrible terremoto sacudió los cimientos de la cárcel. De inmediato todas las puertas se abrieron y las cadenas de todos se cayeron.
27 Entonces el carcelero despertó y vio que las puertas de la cárcel estaban abiertas. Y entonces sacó su espada, y estaba a punto de matarse, pensando que los prisioneros habían escapado.
28 Pero Pablo gritó: “¡No te hagas daño, todavía estamos aquí!”
29 Entonces el carcelero pidió que le trajeran lámparas y se apresuró. Temblando de miedo cayó a los pies de Pablo y Silas.
30 Luego los acompañó hasta la puerta y les preguntó: “Señores, ¿qué necesito hacer para ser salvo?”
31 “Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y toda tu casa,” respondieron.
32 Luego predicaron la palabra del Señor con él y con todos los que vivían en su casa.
33 Y aunque era tarde en la noche, lavó sus heridas y fue bautizado allí mismo, junto a su familia.
34 Y los llevó a su casa y mandó a preparar comida para ellos. Y el carcelero y toda su familia estaban felices porque creían en Dios.
35 Siendo temprano, al día siguiente, el magistrado envió oficiales donde el carcelero, diciéndole: “Libera a esos hombres.”
36 Entonces el carcelero le dijo a Pablo: “Los magistrados han enviado orden para dejarte libre. Así que puedes irte, y ve en paz.”
37 Pero Pablo les dijo: “¡Ellos nos golpearon públicamente sin un juicio, y nosotros somos ciudadanos romanos! Luego nos echaron a la cárcel. ¿Ahora quieren dejarnos ir discretamente? ¡No, ellos deben venir personalmente y liberarnos!”
38 Entonces los oficiales regresaron e informaron esto a los magistrados. Cuando oyeron que Pablo y Silas eran ciudadanos romanos, se preocuparon mucho,
39 y fueron a disculparse con ellos. Y los acompañaron afuera y les rogaron que se fueran de la ciudad.
40 Entonces Pablo y Silas salieron de la cárcel y se fueron a la casa de Lidia. Allí se encontraron con los creyentes, los animaron y siguieron su camino.
Hechos 16 in Versión Biblia Libre