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Hechos 13:3-41 in Spanish

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Hechos 13:3-41 in La Biblia en Español Sencillo

3 Luego, después de orar y ayunar, les impusieron las manos y los despidieron.
4 Entonces, siendo enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia; y desde allí fueron en barco a Chipre.
5 Y en Salamina, ellos predicaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos; y Juan estaba con ellos, ayudándoles.
6 Y cuando hubieron recorrido toda la isla hasta Pafos, se encontraron a un mago y falso profeta, un judío que se llamaba Barjesús;
7 Quién estaba con el gobernante, Sergio Paulo, un hombre inteligente. Este hombre envió por Bernabé y Saulo, deseando tener conocimiento de la palabra de Dios.
8 Pero Elimas, el mago (porque ese es el sentido de su nombre), se puso contra ellos, con el propósito de apartar al gobernante de la fe.
9 Pero Saulo, cuyo otro nombre es Pablo, lleno del Espíritu Santo, mirándole con dureza, dijo:
10 ¡Oh tú, que estás lleno de engaños y maldad, un hijo del diablo, que odia todo lo bueno, ¿por siempre estarás desviando a las personas de los caminos correctos del Señor?
11 Y ahora, mira, la mano del Señor está contra ti, y estarás ciego y no podrás ver el sol por un tiempo. Y de inmediato, una bruma oscura cayó sobre él; y buscó a alguien que lo llevara de la mano porque estaba ciego.
12 Entonces el gobernante, cuando vio lo que se hizo, creyó, maravillándose ante la enseñanza del Señor.
13 Entonces Pablo y los que estaban con él partieron en barco desde Pafos, y vinieron a Perge, en Panfilia; y allí Juan se apartó de ellos y regresó a Jerusalén.
14 Pero ellos, pasando por Perga, vinieron a Antioquía en Pisidia; y entraron en la sinagoga en sábado y se sentaron.
15 Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los príncipes de la sinagoga enviaron a ellos, diciendo: Hermanos, si tienen una palabra de consuelo para la gente, hablen.
16 Entonces Pablo, levantándose y haciendo una señal con su mano, dijo: Varones de Israel, y ustedes que temen a Dios, escuchen.
17 El Dios de este pueblo Israel hizo la selección de nuestros padres, levantando a la gente de su condición baja cuando vivían en la tierra de Egipto, y con un brazo fuerte los sacó de ella.
18 Y por cerca de cuarenta años aguantó su conducta en el desierto.
19 Y habiendo destruido siete naciones en la tierra de Canaán, les dio la tierra por su heredad por alrededor de cuatrocientos cincuenta años.
20 Después de estas cosas, les dio jueces, hasta el tiempo del profeta Samuel.
21 Entonces, a petición de ellos, Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, un hombre de la familia de Benjamín, que fue su rey durante cuarenta años.
22 Más tarde Dios quitó de su puesto a Saúl, puso por rey a David, al cual dio testimonio, diciendo: Tomaré a David, hijo de Isaí, un hombre querido de mi corazón, que hará todo lo que me place.
23 De la simiente de este hombre, Dios le dio a Israel un Salvador, Jesús, al dar su palabra;
24 Por cuya venida Juan preparó el camino al predicar a todo el pueblo de Israel el bautismo de arrepentimiento.
25 Y cuando Juan estaba terminando su trabajo, dijo: ¿Quien piensan que soy? Yo no soy él; pero uno viene detrás de mí, cuyos zapatos no soy digno para desatar sus sandalias.
26 Hermanos míos, hijos de la familia de Abraham, y todos aquellos que tienen temor de Dios, a nosotros se ha enviado la palabra de esta salvación.
27 Porque los hombres de Jerusalén y sus gobernantes, que no tenían conocimiento de él, ni de las palabras de los profetas que les llegaban a oídos el día de reposo, les dieron efecto al juzgarlo.
28 Y aunque no se vio en él causa de muerte, le pidieron a Pilato que lo matara.
29 Y cuando hubieron hecho todo lo que se dice en las Escrituras acerca de él, lo bajaron del madero y lo enterraron.
30 Pero Dios lo levantó de entre los muertos.
31 Y por varios días fue visto por los que habían venido con él desde Galilea a Jerusalén, quienes ahora son sus testigos delante del pueblo.
32 Y les damos las buenas noticias de la promesa, hecha a nuestros padres,
33 Que Dios ha cumplido a ellos, para nuestros hijos, al enviar a Jesús; como dice en el segundo Salmo, Tú eres mi Hijo; este día te he engendrado.
34 Dios ya había anunciado que lo resucitaría, para nunca más volver a la corrupción, él ha dicho estas palabras: Te daré las misericordias santas y ciertas de David.
35 Porque él dice en otro Salmo, no dejarás que tu Santo vea la corrupción.
36 Y David, habiendo hecho la obra de Dios para su generación, se durmió, y fue puesto con sus padres, y su cuerpo se descompuso.
37 Pero él, que fue levantado por Dios, no vio la corrupción.
38 Así que, les ruego, hermanos, que por este hombre se les anuncia el perdón de los pecados:
39 Y por medio de él todo el que cree queda libre de todas esas cosas, de las cuales la ley de Moisés no pudieron ser justificados.
40 Así que ten cuidado de que estas palabras de los profetas no se hagan realidad para ti;
41 Miren, ustedes que desprecian, asombrense y desaparezcan; porque haré una cosa en sus días a la cual no las creerían, incluso si alguien les contara.
Hechos 13 in La Biblia en Español Sencillo

Hechos 13:3-41 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

3 Entonces habiendo ayunado y orado, y puesto las manos encima de ellos, despidiéronlos.
4 Y ellos, enviados así por el Espíritu Santo, descendieron á Seleucia; y de allí navegaron á Cipro.
5 Y llegados á Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los Judíos: y tenían también á Juan en el ministerio.
6 Y habiendo atravesado toda la isla hasta Papho, hallaron un hombre mago, falso profeta, Judío, llamado Barjesús;
7 El cual estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando á Bernabé y á Saulo, deseaba oir la palabra de Dios.
8 Mas les resistía Elimas el encantador (que así se interpreta su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul.
9 Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, poniendo en él los ojos,
10 Dijo: Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?
11 Ahora pues, he aquí la mano del Señor es contra ti, y serás ciego, que no veas el sol por tiempo. Y luego cayeron en él obscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quién le condujese por la mano.
12 Entonces el procónsul, viendo lo que había sido hecho, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.
13 Y partidos de Papho, Pablo y sus compañeros arribaron á Perge de Pamphylia: entonces Juan, apartándose de ellos, se volvió á Jerusalem.
14 Y ellos pasando de Perge, llegaron á Antioquía de Pisidia, y entrando en la sinagoga un día de sábado, sentáronse.
15 Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los príncipes de la sinagoga enviaron á ellos, diciendo: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
16 Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dice: Varones Israelitas, y los que teméis á Dios, oid:
17 El Dios del pueblo de Israel escogió á nuestros padres, y ensalzó al pueblo, siendo ellos extranjeros en la tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella.
18 Y por tiempo como de cuarenta años soportó sus costumbres en el desierto;
19 Y destruyendo siete naciones en la tierra de Canaán, les repartió por suerte la tierra de ellas.
20 Y después, como por cuatrocientos y cincuenta años, dióles jueces hasta el profeta Samuel.
21 Y entonces demandaron rey; y les dió Dios á Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años.
22 Y quitado aquél, levantóles por rey á David, al que dió también testimonio, diciendo: He hallado á David, hijo de Jessé, varón conforme á mi corazón, el cual hará todo lo que yo quiero.
23 De la simiente de éste, Dios, conforme á la promesa, levantó á Jesús por Salvador á Israel;
24 Predicando Juan delante de la faz de su venida el bautismo de arrepentimiento á todo el pueblo de Israel.
25 Mas como Juan cumpliese su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy? No soy yo él; mas he aquí, viene tras mí uno, cuyo calzado de los pies no soy digno de desatar.
26 Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros temen á Dios, á vosotros es enviada la palabra de esta salud.
27 Porque los que habitaban en Jerusalem, y sus príncipes, no conociendo á éste, y las voces de los profetas que se leen todos los sábados, condenándole, las cumplieron.
28 Y sin hallar en él causa de muerte, pidieron á Pilato que le matasen.
29 Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro.
30 Mas Dios le levantó de los muertos.
31 Y él fué visto por muchos días de los que habían subido juntamente con él de Galilea á Jerusalem, los cuales son sus testigos al pueblo.
32 Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa que fué hecha á los padres,
33 La cual Dios ha cumplido á los hijos de ellos, á nosotros, resucitando á Jesús: como también en el salmo segundo está escrito: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.
34 Y que le levantó de los muertos para nunca más volver á corrupción, así lo dijo: Os daré las misericordias fieles de David.
35 Por eso dice también en otro lugar: No permitirás que tu Santo vea corrupción.
36 Porque á la verdad David, habiendo servido en su edad á la voluntad de Dios, durmió, y fué juntado con sus padres, y vió corrupción:
37 Mas aquel que Dios levantó, no vió corrupción.
38 Séaos pues notorio, varones hermanos, que por éste os es anunciada remisión de pecados;
39 Y de todo lo que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en éste es justificado todo aquel que creyere.
40 Mirad, pues, que no venga sobre vosotros lo que está dicho en los profetas;
41 Mirad, oh menospreciadores, y entonteceos, y desvaneceos; porque yo obro una obra en vuestros días, obra que no creeréis, si alguien os la contare.
Hechos 13 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Hechos 13:3-41 in Versión Biblia Libre

3 Después de ayunar, orar y colocar sus manos sobre ellos para bendecirlos, los enviaron.
4 Entonces Bernabé y Saulo, dirigidos por el Espíritu Santo, fueron a Seleucia. Y de allí navegaron hasta Chipre.
5 Al llegar a Salamis, proclamaron la palabra de Dios en las sinagogas judías. Y Juan estaba con ellos como asistente.
6 Viajaron por toda la isla y finalmente llegaron a Pafos. Allí encontraron a un mago judío, un falso profeta que tenía por nombre Barjesús.
7 Era cercano al gobernador, Sergio Paulo, un hombre inteligente. Este gobernador invitó a Bernabé y a Saulo para que fueran a visitarlos pues quería escuchar la palabra de Dios.
8 Pero el mago Elimas (su nombre griego) se les opuso, tratando de evitar que el gobernante creyera en Dios.
9 Saulo, también llamado Pablo, estaba lleno del Espíritu Santo, y lo miró fijamente.
10 “¡Estás lleno de engaño y de todo tipo de mal, hijo del diablo, enemigo de todo lo recto! ¿Nunca dejarás de pervertir los caminos verdaderos del Señor?
11 Mira, la mano del Señor está sobre ti y quedarás ciego. Y no verás el sol por un tiempo.” De inmediato, sobre él cayó neblina y oscuridad, y tuvo que encontrar a alguien que pudiera llevarlo de la mano.
12 Cuando el gobernante vio lo que había ocurrido, creyó en Dios, asombrado por la enseñanza sobre el Señor.
13 Entonces Pablo y los que estaban con él navegaron desde Pafos y se fueron a Perga, en Panfilia, pero Juan los dejó y regresó a Jerusalén.
14 Entonces fueron por toda Perga y luego siguieron hasta Antioquía de Pisidia. El sábado fueron a la sinagoga y se sentaron.
15 Después de leer la Ley y los Profetas, los líderes de la sinagoga les enviaron un mensaje, diciendo: “Hermanos, por favor, compartan con la congregación toda palabra de ánimo que puedan.”
16 Entonces Pablo se levantó, moviendo su mano para obtener su atención, y comenzó a hablar. “Hombres de Israel, y todos los que reverencian a Dios, escúchenme.
17 El Dios del pueblo de Israel eligió a nuestros antepasados, y le dio prosperidad a nuestro pueblo durante su estadía en la tierra de Egipto. Con su gran poder los sacó de Egipto
18 y los trató con paciencia en el desierto durante cerca de cuarenta años.
19 “Después de haber derrocado a siete naciones que vivían en la tierra de Canaán, Dios dividió su tierra entre los Israelitas y se las dio como heredad. Esto tomó cerca de cuatrocientos cincuenta años.
20 Luego los dotó de jueces como líderes hasta los días del profeta Samuel.
21 Entonces el pueblo pidió un rey, y Dios le dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, quien gobernó durante cuarenta años.
22 Entonces Dios quitó a Saúl, y puso a David como su rey. Dios aprobó a David, diciendo: ‘He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón. Él cumplirá todos mis propósitos.’
23 “Jesús es descendiente de David; él es el Salvador que Dios prometió enviar a Israel.
24 Antes de que Jesús viniera, Juan anunció el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel.
25 Y cuando Juan estaba finalizando su misión, dijo: ‘¿Quién creen que soy? Yo no soy al que ustedes buscan. Pero después de mi viene uno cuyas sandalias no soy digno de desatar.’
26 “Hermanos míos, hijos de Abrahán y todos ustedes que reverencian a Dios: ¡Este mensaje de salvación ha sido enviado a nosotros!
27 La gente que vivía en Jerusalén y sus líderes no reconocieron a Jesús ni entendieron las palabras que los profetas habían dicho y que leen cada sábado. ¡De hecho, ellos mismos cumplieron las palabras proféticas al condenarlo!
28 Aunque no pudieron encontrar ninguna prueba para sentenciarlo, pidieron a Pilato que lo mandara a matar.
29 Después de haber cumplido todo lo que se había predicho que ellos le harían a Jesús, lo bajaron de la cruz y lo sepultaron en una tumba.
30 Pero Dios lo levantó de los muertos,
31 y él se apareció durante muchos días a aquellos que lo habían seguido desde Galilea hasta Jerusalén. Ellos son ahora sus testigos ante la gente.
32 “Nosotros estamos aquí para traerles a ustedes la buena noticia de la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados,
33 que ahora ha cumplido en nuestro favor al levantar a Jesús de los muertos. Tal como está escrito en el libro de Salmos 2: ‘Tú eres mi Hijo, y hoy me he convertido en tu Padre.’
34 Dios lo levantó de los muertos, para que no muriera más, tal como lo indicó al decir: ‘Yo les daré cosas santas y fieles, como se lo prometí a David.’
35 Tal como lo dice otro salmo: ‘No dejarás que tu Santo conozca la putrefacción.’
36 Pero David murió, después de haber hecho la voluntad de Dios a su tiempo, y fue sepultado con sus antepasados, y su cuerpo sufrió descomposición.
37 El que Dios levantó de los muertos no sufrió descomposición.
38 Hermanos míos, quiero que entiendan que lo que les estamos diciendo es que por medio de este hombre hay perdón de pecados.
39 Por medio de él todo el que cree es justificado de todos sus errores, y de una manera que nunca podría ser posible mediante la ley de Moisés.
40 Asegúrense de que no les suceda lo que dijeron los profetas:
41 “¡Miren, burlones! ¡Asómbrense y desaparezcan! Estoy por hacer en estos días una obra que ustedes nunca creerán, aunque alguien se la explique.”
Hechos 13 in Versión Biblia Libre