17 Pero él les hizo señas con la mano para que guardaran silencio, y les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. Y él dijo: dales las nuevas a Jacobo y a los hermanos. Y luego se fue.
18 Cuando amanecía, los hombres armados se turbaron mucho sobre lo que había sido de Pedro.
19 Y Herodes, cuando envió a buscarlo, y él no estaba allí, después de interrogar a los guardias, los hizo responsables y dio órdenes de que los mataran. Luego bajó de Judea a Cesarea por un tiempo.
20 Ahora estaba muy enojado con la gente de Tiro y Sidón: y vinieron a él, todos juntos, y habiéndose hecho amigos de Blastos, el administrador de la casa del rey Herodes, hicieron un pedido de paz, porque su país dependía de el país del rey por su comida.
21 Y en el día que había sido arreglado, Herodes, vestido con sus ropas reales y sentado en tribunal, les hizo una declaración pública.
22 Y el pueblo, con fuertes gritos, dijo: Es la voz de un dios, no de un hombre!
23 Y luego el ángel del Señor le envió enfermedad, porque no había dado la gloria a Dios; y su carne fue consumida por gusanos, y así llegó a su fin.
24 Pero la palabra del Señor iba en aumento.
25 Y Bernabé y Saúl volvieron de Jerusalén, cuando terminaron su trabajo, llevando consigo a Juan, llamado Marcos.