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Hechos 10:7-36 in Spanish

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Hechos 10:7-36 in La Biblia en Español Sencillo

7 Y cuando el ángel que le había dicho estas palabras se había ido, envió a buscar a dos de sus siervos, y un hombre del ejército temeroso de Dios, uno de los que le estaban esperando en todo momento;
8 Y habiéndoles dado cuenta de todo, los envió a Jope.
9 Al día siguiente, cuando estaban en camino y estaban cerca de la ciudad, Pedro subió a la parte superior de la casa a orar, como a la hora sexta:
10 y necesitaba comida; pero mientras le preparaban algo, tuvo una vision;
11 Y vio los cielos abiertos, y un vaso que bajaba, como un gran paño sobre la tierra,
12 en el cual había toda clase de bestias y aves.
13 Y vino una voz a él, diciendo: Ven, Pedro; mata y come.
14 Pero Pedro dijo: No, Señor; porque nunca tomé comida que sea común o inmunda.
15 Y la voz vino a él una segunda vez, Lo que Dios ha limpiado, no le llames común?
16 Y esto fue hecho tres veces: y luego la vasija fue llevada al cielo.
17 Pero mientras Pedro dudaba del propósito de esta visión, los hombres que fueron enviados por Cornelio, buscando la casa de Simón, vinieron a la puerta,
18 para ver si Simón, llamado Pedro, estaba viviendo allí.
19 Y, mientras Pedro daba vueltas a la visión en su mente, el Espíritu le dijo: Mira, tres hombres te están buscando.
20 Baja, pues, y ve con ellos, sin dudar nada, porque yo los he enviado.
21 Y Pedro descendió a los hombres, y dijo: Yo soy el hombre que estás buscando: ¿por qué has venido?
22 Y ellos dijeron: Cornelio, capitán, hombre recto y temeroso de Dios, respetado por toda la nación de los judíos, tuvo palabra de Dios por medio de un ángel para enviarte a su casa, y para escuchar tus palabras.
23 Entonces haciéndoles pasar, los hospedó. Y el día después, él fue con ellos, llevándose a algunos de los hermanos de Jope con él.
24 Y el día después de eso, vinieron a Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo reunido a sus parientes y amigos cercanos.
25 Y cuando Pedro entró, Cornelio se le acercó y, cayendo a sus pies, le dio culto.
26 Pero Pedro, levantándolo, le dijo: Levántate, porque yo soy un hombre como tú.
27 Y diciendo estas palabras, entró y vio que muchas personas se habían juntado;
28 Y él les dijo: Ustedes mismos saben que es ilegal que un hombre judío esté en compañía de alguien que es de otra nación; pero Dios me ha aclarado que ningún hombre puede ser considerado común o inmundo:
29 Y así fui sin preguntar, cuando fui enviado. ¿Cuál es tu propósito de hacerme venir?
30 Y Cornelio dijo: Hace cuatro días estuve en mi casa a esta hora estaba en ayunas, mientras oraba en mi casa en la hora novena; y vi delante de mí a un hombre con ropa resplandeciente,
31 que dijo: Cornelio, tu oración ha llegado a los oídos de Dios, y tus ofrendas se guardan en su memoria.
32 Envía, pues, a Jope, y haz que Simón, llamado Pedro, venga a ti; él vive en la casa de Simón, un trabajador de cuero, junto al mar.
33 Así que, de inmediato, envié por ti; y has hecho bien en venir. Y ahora, todos estamos presentes ante Dios, listos para prestar atención a todas las cosas que el Señor te ha dado para que digas.
34 Entonces Pedro dijo: En verdad, veo claramente que Dios no hace acepción de personas.
35 Pero en toda nación, el hombre que le teme y le hace justicia, le agrada.
36 La palabra que envió a los hijos de Israel, dando las buenas nuevas de paz por medio de Jesucristo (que es el Señor de todos).
Hechos 10 in La Biblia en Español Sencillo

Hechos 10:7-36 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

7 E ido el ángel que hablaba con Cornelio, llamó dos de sus criados, y un devoto soldado de los que le asistían;
8 A los cuales, después de habérselo contado todo, los envió á Joppe.
9 Y al día siguiente, yendo ellos su camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro subió á la azotea á orar, cerca de la hora de sexta;
10 Y aconteció que le vino una grande hambre, y quiso comer; pero mientras disponían, sobrevínole un éxtasis;
11 Y vió el cielo abierto, y que descendía un vaso, como un gran lienzo, que atado de los cuatro cabos era bajado á la tierra;
12 En el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, y reptiles, y aves del cielo.
13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.
14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común é inmunda he comido jamás.
15 Y volvió la voz hacia él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común.
16 Y esto fué hecho por tres veces; y el vaso volvió á ser recogido en el cielo.
17 Y estando Pedro dudando dentro de sí qué sería la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, que, preguntando por la casa de Simón, llegaron á la puerta.
18 Y llamando, preguntaron si un Simón que tenía por sobrenombre Pedro, posaba allí.
19 Y estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan.
20 Levántate, pues, y desciende, y no dudes ir con ellos; porque yo los he enviado.
21 Entonces Pedro, descendiendo á los hombres que eran enviados por Cornelio, dijo: He aquí, yo soy el que buscáis: ¿cuál es la causa por la que habéis venido?
22 Y ellos dijeron: Cornelio, el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene testimonio de toda la nación de los Judíos, ha recibido respuesta por un santo ángel, de hacerte venir á su casa, y oir de ti palabras.
23 Entonces metiéndolos dentro, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fué con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Joppe.
24 Y al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo llamado á sus parientes y los amigos más familiares.
25 Y como Pedro entró, salió Cornelio á recibirle; y derribándose á sus pies, adoró.
26 Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate; yo mismo también soy hombre.
27 Y hablando con él, entró, y halló á muchos que se habían juntado.
28 Y les dijo: Vosotros sabéis que es abominable á un varón Judío juntarse ó llegarse á extranjero; mas me ha mostrado Dios que á ningún hombre llame común ó inmundo;
29 Por lo cual, llamado, he venido sin dudar. Así que pregunto: ¿por qué causa me habéis hecho venir?
30 Entonces Cornelio dijo: Cuatro días ha que á esta hora yo estaba ayuno; y á la hora de nona estando orando en mi casa, he aquí, un varón se puso delante de mí en vestido resplandeciente.
31 Y dijo: Cornelio, tu oración es oída, y tus limosnas han venido en memoria en la presencia de Dios.
32 Envía pues á Joppe, y haz venir á un Simón, que tiene por sobrenombre Pedro; éste posa en casa de Simón, curtidor, junto á la mar; el cual venido, te hablará.
33 Así que, luego envié á ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oir todo lo que Dios te ha mandado.
34 Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: Por verdad hallo que Dios no hace acepción de personas;
35 Sino que de cualquiera nación que le teme y obra justicia, se agrada.
36 Envió palabra Dios á los hijos de Israel, anunciando la paz por Jesucristo; éste es el Señor de todos.
Hechos 10 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Hechos 10:7-36 in Versión Biblia Libre

7 Y cuando el ángel se fue, Cornelio llamó a dos de sus siervos y a un soldado de su guardia personal, quien era un hombre devoto.
8 Después de haberles explicado todo lo que había sucedido, los envió a Jope.
9 Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se aproximaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar. Era cerca del mediodía,
10 y ya sentía hambre, y deseaba comer. Pero mientras aun preparaban la comida, Pedro entró en trance,
11 y vio el cielo abierto. También vio que algo descendía y era como una sábana grande que estaba sostenida por sus cuatro esquinas, y descendía hacia la tierra.
12 Adentro había todo tipo de animales, reptiles y aves.
13 Entonces oyó una voz que dijo: “¡Levántate, Pedro! ¡Mata y come!”
14 Pero Pedro respondió: “¡Por supuesto que no, Señor! Nunca he comido nada que sea inmundo e impuro.”
15 Entonces escuchó nuevamente la voz: “¡No llames impuro lo que Dios ha limpiado!”
16 Y esto sucedió tres veces, y entonces la sábana fue rápidamente llevada de nuevo al cielo.
17 Mientras Pedro aún estaba perturbado por saber qué significaba aquella visión que había tenido, los hombres enviados por Cornelio habían encontrado la casa de Simón y estaban en pie frente a la puerta.
18 Ellos llamaban, preguntando si Simón, también llamado Pedro, se hospedaba allí.
19 Mientras Pedro aún reflexionaba sobre la visión, el Espíritu le dijo: “Mira, hay tres hombres buscándote.
20 Levántate, baja, y ve con ellos. No te preocupes en absoluto, porque yo los envié.”
21 Entonces Pedro descendió para encontrarse con los tres hombres. “Yo soy a quien buscan,” dijo. “¿Por qué están aquí?”
22 “Venimos de parte de Cornelio, un hombre bueno, devoto, que tiene temor de Dios y es respetado entre el pueblo judío,” respondieron. “Un ángel lo instruyó para que enviara a buscarte y llevarte hasta su casa para escuchar lo que tú tienes para decirle.”
23 Entonces Pedro los invitó a entrar y ellos se quedaron allí. Al día siguiente, Pedro se levantó y se fue con ellos. Y algunos de los hermanos de Jope también fueron con ellos.
24 Al otro día llegaron a Cesarea, donde los esperaba Cornelio junto a sus parientes y amigos cercanos, a quienes había reunido.
25 Cuando Pedro entró a la casa, Cornelio salió a su encuentro y cayendo a sus pies, lo adoró.
26 Pero Pedro lo hizo retroceder, diciéndole: “¡Levántate! ¡Yo soy solo un hombre!”
27 Entonces Pedro habló con Cornelio y luego siguieron hacia adentro, donde había muchas otras personas esperándolo.
28 Y Pedro les dijo: “Sin duda alguna, ustedes saben que no se le permite a un judío reunirse o visitar extranjeros. Pero Dios me ha mostrado que no me corresponde a mí llamar impuro o inmundo a ninguno.
29 Es por eso que vine sin ningún problema cuando enviaron a buscarme. Así que ahora quiero saber la razón por la cual me mandaron a buscar.”
30 “Hace cuatro días, cerca de esta misma hora—tres de la tarde—yo estaba orando en mi casa,” explicó Cornelio. “Cuando de repente vi a un hombre en pie frente a mí, vestido con ropas que brillaban.
31 Y me dijo: ‘Cornelio, tus oraciones han sido escuchadas, y Dios ha reconocido tu generosidad para con los pobres.
32 Envía a alguien hasta Jope y trae a Simón Pedro. Él se está hospedando en la casa de Simón, el curtidor, junto a la orilla del mar.’
33 Así que de inmediato envié a buscarte, y me complace que hayas venido. Por eso estamos todos aquí, reunidos delante de Dios, listos para escuchar todo lo que el Señor te ha dicho.”
34 Entonces Pedro respondió: “Estoy plenamente convencido de que Dios no tiene favoritos.
35 En toda nación, Dios recibe a aquellos que lo respetan y hacen lo recto.
36 Ustedes conocen el mensaje que Dios envió a Israel, compartiendo la buena noticia de paz que viene de Jesucristo, quien es Señor de todos.
Hechos 10 in Versión Biblia Libre