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1 Reyes 8:1-46 in Spanish

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1 Reyes 8:1-46 in La Biblia en Español Sencillo

1 Entonces Salomón envió a todos los hombres responsables de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los jefes de familia de los hijos de Israel, para que vinieran a él a Jerusalén para trasladar el cofre del pacto del Señor fuera de la ciudad de David, que es Sión.
2 Y todos los hombres de Israel se reunieron con el rey Salomón en la fiesta, en el mes de Etanim, el séptimo mes.
3 Y vinieron todos los hombres responsables de Israel, y los sacerdotes tomaron el cofre del pacto del Señor.
4 Tomaron el cofre del pacto del Señor a la Tienda de reunión, y todos los vasos sagrados que estaban en la Tienda; todos estos los llevaban los sacerdotes y los levitas.
5 Y el rey Salomón y todos los hombres de Israel que se habían reunido allí, estaban con él ante él cofre del pacto, haciendo ofrendas de ovejas y bueyes más de lo que podrían ser contados.
6 Los sacerdotes tomaron el cofre del pacto del Señor y la pusieron en su lugar en la habitación interior del templo, en el Lugar Santísimo, bajo las alas de los seres alados.
7 Porque sus alas estaban extendidas sobre el lugar donde estaba el arca, cubriendo el cofre del pacto y sus varas.
8 Las varillas eran tan largas que sus extremos se veían desde el lugar santo, frente al Lugar Santísimo; pero no fueron vistos desde afuera: y allí están hasta hoy.
9 No había nada en el cofre del pacto, excepto las dos piedras planas que Moisés puso allí en Horeb, donde el Señor hizo un acuerdo con los hijos de Israel cuando salieron de la tierra de Egipto.
10 Cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, la casa del Señor se llenó de la nube.
11 Pero los sacerdotes no pudieran guardar sus lugares para hacer su trabajo a causa de la nube, porque la casa del Señor estaba llena de la gloria del Señor.
12 Entonces Salomón dijo: Tú Señor, dices que vives en la nube espesa;
13 Así que he hecho a ti un lugar para vivir, una casa en la que puedes estar siempre presente.
14 Luego, volviendo la cara, el rey dio una bendición a todos los hombres de Israel; y todos estaban de pie juntos.
15 Y dijo: Alabado sea el Señor, el Dios de Israel, quien dio su palabra a David mi padre, y con su mano fuerte ha hecho realidad su palabra, diciendo:
16 Desde el día en que saqué a mi pueblo Israel de Egipto, ningún pueblo en todas las tribus de Israel ha sido marcado por mí para la construcción de una casa para el lugar de descanso de mi nombre; pero hice la selección de David para ser rey sobre mi pueblo Israel.
17 Ahora estaba en el corazón de David mi padre el poner una templo para el nombre del Señor, el Dios de Israel.
18 Pero el Señor le dijo a David mi padre: Hiciste bien en tener en tu corazón el deseo de hacer un templo para mi nombre;
19 Pero tú mismo no serás el constructor de mi templo; Pero tu hijo, la descendencia de tu cuerpo, él es quien levantará una templo a mi nombre.
20 Y él Señor a cumplido su palabra; porque he tomado el lugar de mi padre David en el trono del reino de Israel, como el Señor dio su palabra; y he hecho un templo para el nombre del Señor, el Dios de Israel.
21 En él he hecho un lugar para él cofre del pacto, en el cual está el acuerdo que el Señor hizo con nuestros padres, cuando los sacó de la tierra de Egipto.
22 Entonces Salomón tomó su lugar ante el altar del Señor, estando todos los hombres de Israel presentes y extendiendo sus manos hacia el cielo,
23 Dijo: Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú en el cielo ni en la tierra; manteniendo la fe y la misericordia inmutables para sus siervos, que te sirven con todo su corazón.
24 Y has guardado la palabra que diste a tu siervo David, mi padre; con tu boca lo dijiste y con tu mano lo has hecho realidad este día.
25 Ahora, Señor, Dios de Israel, deja que tu palabra a tu siervo David, mi padre, se haga realidad cuando dijiste: “Nunca estarás sin un hombre que ocupe su lugar en el trono del Reino de Israel, si solo tus hijos presten atención a sus caminos, caminando delante de mí como tú lo has hecho.
26 Ahora, oh Dios de Israel, es mi oración que hagas realidad tu palabra que dijiste a tu siervo David, mi padre.
27 ¿Pero es realmente posible que Dios pueda ser alojado en la tierra? mira, el cielo y el cielo de los cielos no son lo suficientemente anchos para ser tu lugar de descanso; ¡Cuánto menos este templo que he hecho!
28 Aun así, atiende a la oración de tu siervo, Señor Dios, a su oración y súplica; Escucha el clamor y la oración que tu siervo te envía hoy.
29 Para que tus ojos estén abiertos a esta casa noche y día, a este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; Escuchando la oración que tu siervo puede hacer, dirigiéndose a este lugar.
30 Escucha las oraciones de tu siervo y las oraciones de tu pueblo Israel, cuando hacen sus oraciones, dirigiéndose a este lugar; escucha en el cielo tu lugar de residencia, y perdona.
31 Si un hombre hace mal a su prójimo, y tiene que prestar juramento, y se presenta ante su altar para prestar juramento en esta casa:
32 Deja que tu oído esté abierto en el cielo, y sé el juez de tus siervos, dando tu decisión contra el malhechor, para que el castigo por sus pecados caiga sobre su cabeza; y por tu decisión, guardando del mal al que no ha hecho nada malo.
33 Cuando tu pueblo Israel es vencido en la guerra, por su pecado contra ti; si se vuelven a ti nuevamente, en honor a tu nombre, haciendo oraciones para ti y pidiendo tu gracia en esta casa:
34 Escucha en el cielo y que el pecado de su pueblo Israel tenga perdón, y hazlo volver a la tierra que le diste a sus antepasados.
35 Cuando el cielo está cerrado y no hay lluvia, debido a su pecado contra ti; si hacen oraciones con la cara girada hacia este lugar, honrando tu nombre y apartándose de su pecado cuando les envías problemas:
36 Escucha en el cielo, para que el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, tenga perdón, cuando les aclares el buen camino por el cual deben ir; y envía lluvia a tu tierra, la cual has dado a tu pueblo por su herencia.
37 Si no hay alimento en la tierra, o si hay enfermedad, o si los frutos de la tierra se dañan por el calor o el agua, la langosta o el gusano; si sus ciudades son rodeadas por sus atacantes; Cualquier problema, cualquier enfermedad:
38 Cualquiera que sea la oración o la petición de tu gracia, la hace cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que sea su problema, cuyas manos se extienden a esta casa:
39 Oye, en el cielo, tu lugar donde habitas, actuando con misericordia. y dale a cada hombre cuyo corazón secreto está abierto para ti, la recompensa de todos sus caminos; para ti, pues solo tu, tienes conocimiento de los corazones de todos los hijos de los hombres:
40 Para que puedan adorarte todos los días de su vida en la tierra que diste a nuestros padres.
41 Y en cuanto al hombre de una tierra extraña, que no es de tu pueblo Israel; cuando viene de un país lejano por la gloria de tu nombre:
42 Porque ellos tendrán noticias de tu gran nombre y tu mano fuerte y tu brazo extendido; cuando venga a hacer su oración, dirigiéndose a esta casa:
43 Escucha, en el cielo, tu lugar donde habitas, y dale su deseo, cualquiera que sea; para que todos los pueblos de la tierra tengan conocimiento de tu nombre, adorándote como lo hace tu pueblo Israel, y para que vean que este templo que he levantado se invoca tu nombre.
44 Si tu gente sale a la guerra contra sus atacantes, por cualquier razón que los hayas enviado, si hacen su oración al Señor, vuelven sus rostros a esta ciudad tuya y a esta casa que he hecho para tu nombre:
45 Escucha en el cielo su oración y su clamor de súplica, y defiende su causa.
46 Si hacen algo malo contra ti, porque ningún hombre está sin pecado, y tú te enojas con ellos y los entregas al poder de los que luchan contra ellos, para que se los lleven como prisioneros. en una tierra extraña, lejos o cerca;
1 Reyes 8 in La Biblia en Español Sencillo

1 Reyes 8:1-46 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

1 ENTONCES juntó Salomón los ancianos de Israel, y á todas las cabezas de las tribus, y á los príncipes de las familias de los hijos de Israel, al rey Salomón en Jerusalem para traer el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, que es Sión.
2 Y se juntaron al rey Salomón todos los varones de Israel en el mes de Ethanim, que es el mes séptimo, en el día solemne.
3 Y vinieron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes tomaron el arca.
4 Y llevaron el arca de Jehová, y el tabernáculo del testimonio, y todos los vasos sagrados que estaban en el tabernáculo; los cuales llevaban los sacerdotes y Levitas.
5 Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que á él se había juntado, estaban con él delante del arca, sacrificando ovejas y bueyes, que por la multitud no se podían contar ni numerar.
6 Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el oráculo de la casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines.
7 Porque los querubines tenían extendidas las alas sobre el lugar del arca, y así cubrían los querubines el arca y sus varas por encima.
8 E hicieron salir las varas; que las cabezas de las varas se dejaban ver desde el santuario delante del oráculo, mas no se veían desde afuera: y así se quedaron hasta hoy.
9 En el arca ninguna cosa había más de las dos tablas de piedra que había allí puesto Moisés en Horeb, donde Jehová hizo la alianza con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto.
10 Y como los sacerdotes salieron del santuario, la nube hinchió la casa de Jehová.
11 Y los sacerdotes no pudieron estar para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había henchido la casa de Jehová.
12 Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad.
13 Yo he edificado casa por morada para ti, asiento en que tú habites para siempre.
14 Y volviendo el rey su rostro, bendijo á toda la congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba en pie.
15 Y dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que habló de su boca á David mi padre, y con su mano lo ha cumplido, diciendo:
16 Desde el día que saqué mi pueblo Israel de Egipto, no he escogido ciudad de todas las tribus de Israel para edificar casa en la cual estuviese mi nombre, aunque escogí á David para que presidiese en mi pueblo Israel.
17 Y David mi padre tuvo en el corazón edificar casa al nombre de Jehová Dios de Israel.
18 Mas Jehová dijo á David mi padre: Cuanto á haber tú tenido en el corazón edificar casa á mi nombre, bien has hecho en tener tal voluntad;
19 Empero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa á mi nombre.
20 Y Jehová ha verificado su palabra que había dicho; que me he levantado yo en lugar de David mi padre, y heme sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado la casa al nombre de Jehová Dios de Israel.
21 Y he puesto en ella lugar para el arca, en la cual está el pacto de Jehová, que él hizo con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto.
22 Púsose luego Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo,
23 Dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia á tus siervos, los que andan delante de ti de todo su corazón;
24 Que has guardado á tu siervo David mi padre lo que le dijiste: dijístelo con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como aparece este día.
25 Ahora pues, Jehová Dios de Israel, cumple á tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: No faltará varón de ti delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino, que anden delante de mí como tú has delante de mí andado.
26 Ahora pues, oh Dios de Israel, verifíquese tu palabra que dijiste á tu siervo David mi padre.
27 Empero ¿es verdad que Dios haya de morar sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener: ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?
28 Con todo, tú atenderás á la oración de tu siervo, y á su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo propicio el clamor y oración que tu siervo hace hoy delante de ti:
29 Que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo hará en este lugar.
30 Oye pues la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oraren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu habitación, desde los cielos: que oigas y perdones.
31 Cuando alguno hubiere pecado contra su prójimo, y le tomaren juramento haciéndole jurar, y viniere el juramento delante de tu altar en esta casa;
32 Tú oirás desde el cielo, y obrarás, y juzgarás á tus siervos, condenando al impío, tornando su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme á su justicia.
33 Cuando tu pueblo Israel hubiere caído delante de sus enemigos, por haber pecado contra ti, y á ti se volvieren, y confesaren tu nombre, y oraren, y te rogaren y suplicaren en esta casa;
34 Oyelos tú en los cielos, y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y vuélvelos á la tierra que diste á sus padres.
35 Cuando el cielo se cerrare, y no lloviere, por haber ellos pecado contra ti, y te rogaren en este lugar, y confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los hubieres afligido;
36 Tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste á tu pueblo por heredad.
37 Cuando en la tierra hubiere hambre, ó pestilencia, ó tizoncillo, ó niebla, ó langosta, ó pulgón: si sus enemigos los tuvieren cercados en la tierra de su domicilio; cualquiera plaga ó enfermedad que sea;
38 Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, ó todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga de su corazón, y extendiere sus manos á esta casa;
39 Tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, y perdonarás, y obrarás, y darás á cada uno conforme á sus caminos, cuyo corazón tú conoces; (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres;)
40 Para que te teman todos los días que vivieren sobre la haz de la tierra que tú diste á nuestros padres.
41 Asimismo el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejanas tierras á causa de tu nombre,
42 (Porque oirán de tu grande nombre, y de tu mano fuerte, y de tu brazo extendido;) y viniere á orar á esta casa;
43 Tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, y harás conforme á todo aquello por lo cual el extranjero hubiere á ti clamado: para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué.
44 Si tu pueblo saliere en batalla contra sus enemigos por el camino que tú los enviares, y oraren á Jehová hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que yo edifiqué á tu nombre,
45 Tú oirás en los cielos su oración y su súplica, y les harás derecho.
46 Si hubieren pecado contra ti, (porque no hay hombre que no peque) y tú estuvieres airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautiven y lleven á tierra enemiga, sea lejos ó cerca,
1 Reyes 8 in Santa Biblia — Reina Valera 1909