8Pero tú, oh Señor, estás en lo alto para siempre.
9Para ver! tus enemigos, oh Señor, morirán; todos los hacedores del mal serán esparcidos;
10Pero mi fuerzas aumentan como las del búfalo; el mejor aceite fluye sobre mi cabeza.
11Mis ojos han visto problemas en mis enemigos; mis oídos tienen noticias del destino de los malhechores que se han enfrentado a mí.