65Entonces el Señor reaccionó como si hubiera despertado del sueño, como un guerrero que se despierta después de embriagarse con vino.
66Venció a sus enemigos, atacándolos por la espalda y exponiéndolos a vergüenza eterna.
67Rechazó a los descendientes de José y no elegió más a la tribu de Eraín.
68En su lugar eligió a la tribu de Judá y al Monte de Sión, al cual amaba.