54Metiólos después en los términos de su santuario, en este monte que ganó su mano derecha.
55Y echó las gentes de delante de ellos, y repartióles una herencia con cuerdas; é hizo habitar en sus moradas á las tribus de Israel.
56Mas tentaron y enojaron al Dios Altísimo, y no guardaron sus testimonios;
57Sino que se volvieron, y se rebelaron como sus padres: volviéronse como arco engañoso.
58Y enojáronlo con sus altos, y provocáronlo á celo con sus esculturas.
59Oyólo Dios, y enojóse, y en gran manera aborreció á Israel.
60Dejó por tanto el tabernáculo de Silo, la tienda en que habitó entre los hombres;
61Y dió en cautividad su fortaleza, y su gloria en mano del enemigo.
62Entregó también su pueblo á cuchillo, y airóse contra su heredad.
63El fuego devoró sus mancebos, y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales.
64Sus sacerdotes cayeron á cuchillo, y sus viudas no lamentaron.