28E hízolas caer en medio de su campo, alrededor de sus tiendas.
29Y comieron, y hartáronse mucho: cumplióles pues su deseo.
30No habían quitado de sí su deseo, aun estaba su vianda en su boca,
31Cuando vino sobre ellos el furor de Dios, y mató los más robustos de ellos, y derribó los escogidos de Israel.