6Porque ni de oriente, ni de occidente, ni del desierto viene el ensalzamiento.
7Mas Dios es el juez: á éste abate, y á aquél ensalza.
8Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino es tinto, lleno de mistura; y él derrama del mismo: ciertamente sus heces chuparán y beberán todos los impíos de la tierra.