10Sobre ti fuí echado desde la matriz: desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
11No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.
12Hanme rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado.
13Abrieron sobre mí su boca, como león rapante y rugiente.
14Heme escurrido como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron: mi corazón fué como cera, desliéndose en medio de mis entrañas.
15Secóse como un tiesto mi vigor, y mi lengua se pegó á mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.