30Entonces Moisés, con los hombres responsables de Israel, volvió al campamento.
31Entonces el Señor envió un viento, arrastrando pajaritos del mar, para que bajaran a las tiendas, y alrededor del campamento, alrededor de un día de viaje por este lado y un día de camino del otro, en masas alrededor de dos codos de altura sobre la faz de la tierra.
32Y todo ese día y toda la noche y el día siguiente, la gente tomó aves; la cantidad más pequeña que obtuvieron fueron diez montones: y los pusieron a secar alrededor de todas las tiendas.
33Pero mientras la carne todavía estaba entre sus dientes, antes de que se probara, la ira del Señor se movió contra la gente y él envió una gran explosión de enfermedad sobre ellos.