10Y si cualquier hombre de Israel, o cualquier otro que viva entre ellos, toma algún tipo de sangre para comer, mi ira se volverá contra ese hombre y él será separado de entre su pueblo.
11Porque la vida de la carne está en su sangre; y se las he dado a ustedes en el altar que quita sus pecados, porque es la sangre la que libra del pecado a tu vida.
12Por esta razón he dicho a los hijos de Israel: Ningún hombre entre ustedes, o cualquier otro que viva con ustedes, puede tomar sangre como alimento.
13Y cualquier hombre de Israel, o cualquier otro que viva entre ellos, que cazare cualquier bestia o ave usada como alimento, su sangre debe ser derramada y cubierta con tierra.
14Porque la sangre es la vida de toda carne, y así he dicho a los hijos de Israel: No debes tomar ningún tipo de sangre como alimento, y cualquier hombre que lo haga será cortado.
15Y cualquiera que tome como alimento cualquier cosa que haya llegado a un final natural, o cualquier cosa que haya sido sacrificada por las bestias, si es uno de ustedes por nacimiento, o de otra nación, tendrá que lavar su ropa y así mismo se lavará su cuerpo y será inmundo hasta la tarde, y luego quedará limpio.
16Pero si su ropa no es lavada y su cuerpo bañado, su pecado estará sobre él.