2Vino por la noche a Jesús y le dijo: Rabí, estamos seguros de que has venido de Dios como maestro, porque ningún hombre podrá hacer estas señales que tú haces si Dios no estuviera con él.
3Jesús le dijo: En verdad, te digo que, sin un nuevo nacimiento, nadie puede ver el reino de Dios.