25Pero él pensaba que sus hermanos entendían que Dios les había de dar salud por su mano; mas ellos no lo habían entendido.
26Y al día siguiente, riñendo ellos, se les mostró, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por qué os injuriáis los unos á los otros?
27Entonces el que injuriaba á su prójimo, le rempujó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez sobre nosotros?
28¿Quieres tú matarme, como mataste ayer al Egipcio?
29A esta palabra Moisés huyó, y se hizo extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos.