34Pero cuando vieron que él era judío, todos ellos con una sola voz siguieron clamando por cerca de dos horas, Grande es Diana de Efeso.
35Y cuando el secretario en jefe hizo callar a la gente, dijo: Hombres de Efeso, ¿hay algún hombre sin conocimiento de que la ciudad de Efeso es el guardián del lugar santo de la gran Diana, que fue enviada desde Júpiter?