26Sin duda alguna, como ustedes ya saben por lo que han visto y oído—no solo aquí en Éfeso sino por toda Asia—este tal Pablo ha convencido y confundido a mucha gente, diciéndoles que no hay dioses hechos por manos humanas.
27No se trata de que nuestro negocio esté en peligro de perder el respeto, sino que el templo de la gran diosa Artemisa perderá su valor ante los ojos de la gente. La misma Artemisa será destronada de su alta posición como la única a la cual todos en Asia y en el mundo entero adoramos.”
28Y cuando ellos escucharon esto se pusieron furiosos, y gritaron: “¡Grande es Artemisa de los Efesios!”