27para que puedan buscar a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque él no está lejos de cada uno de nosotros:
28Porque en él tenemos vida, movimiento y existencia; como algunos de sus escritores de versos han dicho, porque somos su descendencia.
29Si entonces somos descendientes de Dios, no es correcto que tengamos la idea de que Dios es como oro, plata o piedra, formado por el arte o el diseño del hombre.