8Y Dios, que conoce los corazones, mostró que los aceptaba, dándoles el Espíritu Santo tal como nos lo hizo a nosotros;
9No haciendo división entre ellos y nosotros, purificando sus corazones por medio de la fe.
10¿Por qué, pues, estás poniendo a prueba a Dios, poniendo yugo a los discípulos, un yugo tan fuerte que ni siquiera nuestros padres o nosotros hemos podido llevar ?