7y allí siguieron compartiendo la buena noticia.
8En la ciudad de Listra había un hombre paralítico, que tenía lisiados los dos pies. Había nacido en esta condición y nunca había podido caminar.
9Entonces este hombre se sentó allí para escuchar a Pablo predicar. Y cuando Pablo lo miró directamente a él y se dio cuenta de que este hombre estaba creyendo en el Señor para ser sanado,
10dijo en voz alta: “¡Levántate y ponte de pie!” Y este hombre de un salto se puso en pie y comenzó a caminar.
11Y cuando la multitud vio lo que Pablo había hecho, gritaron en el idioma de Licaonia, “¡Los dioses han descendido hasta nosotros en forma de humanos!”
12Entonces identificaron a Bernabé como el dios griego Zeusy a Pablo como el dios Hermes, porque él era el que predicaba la mayor parte del tiempo.
13Entonces los sacerdotes del templo de Zeus que está justo a las fueras de la ciudad, trajeron bueyes y guirnaldasa las puertas de la ciudad. Planeaban hacer un sacrificio frente a la multitud.
14Pero cuando los apóstoles Bernabé y Pablo se enteraron de lo que estaba sucediendo, rasgaron su ropa, y corrieron hasta la multitud, gritando: