19“Después de haber derrocado a siete naciones que vivían en la tierra de Canaán, Dios dividió su tierra entre los Israelitas y se las dio como heredad. Esto tomó cerca de cuatrocientos cincuenta años.
20Luego los dotó de jueces como líderes hasta los días del profeta Samuel.
21Entonces el pueblo pidió un rey, y Dios le dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, quien gobernó durante cuarenta años.
22Entonces Dios quitó a Saúl, y puso a David como su rey. Dios aprobó a David, diciendo: ‘He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón. Él cumplirá todos mis propósitos.’
23“Jesús es descendiente de David; él es el Salvador que Dios prometió enviar a Israel.
24Antes de que Jesús viniera, Juan anunció el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel.
25Y cuando Juan estaba finalizando su misión, dijo: ‘¿Quién creen que soy? Yo no soy al que ustedes buscan. Pero después de mi viene uno cuyas sandalias no soy digno de desatar.’