8Pero yo dije: No, Señor; porque nada común o inmundo alguna vez ha venido a mi boca.
9Pero la voz, viniendo por segunda vez del cielo, dijo: Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tu común.
10Y esto fue hecho tres veces, y todo fue llevado de nuevo al cielo.
11Y en ese momento, tres hombres, enviados desde Cesarea, vinieron a la casa donde estábamos.